02 febrero 2022

El primer Hospital de Lima

Se sabe que el 16 de marzo de 1538, el cabildo de Lima asignó dos solares para el funcionamiento del Hospital de Nuestra Señora de la Concepción (junto al actual Convento de Santo Domingo). La estrechez de sus ambientes hizo que el 21 de noviembre de 1545, el mismo cabildo asignara ocho solares para la reubicación del hospital frente a la actual Plaza Italia. Este nuevo hospital fue llamado «Real Hospital de San Andrés» produciéndose el traslado de pacientes y enseres en 1550,​ e iniciando su operación continua entre 1552 y 1553.



En 1868 una epidemia de la fiebre amarilla azotó Lima, ocasionando 6.000 muertos. Ello, sumado al crecimiento de la población y a la incomodidades de los viejos hospitales que existían en la ciudad, hizo que el 1º de mayo de 1868 el presidente Pedro Diez Canseco decretara la fundación de un moderno y más amplio hospital, al que se bautizó como Dos de Mayo, en homenaje a los peruanos que lucharon contra la escuadra española en el Combate del Callao librado el 2 de mayo de 1866 (llamado también Combate del Dos de Mayo). 

Pedro Diez Canseco Corbacho
Pedro Diez Canseco Corbacho



El Hospital de San Andrés siguió funcionando hasta el 8 de marzo de 1875, cuando todos los pacientes pasaron al recién inaugurado Hospital Dos de Mayo. El local funcionó entonces como convento de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul, y desde 1929, de las Hijas de María Inmaculada
Posteriormente, parte del terreno terminó convertido en la actual Comisaría de San Andrés (frente a la Plaza Italia), y el resto fue utilizado por el Colegio Óscar Miró Quesada, hasta que en el 2007 los alumnos fueron evacuados por Defensa Civil, por riesgo de derrumbe. Desde diciembre del 2009 la Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana administra los 5 mil m² que quedan de los 10 mil que tenía el otrora hospital San Andrés cuando se fundó en 1552.




Vínculo con la momia de Pachacútec

Existen varias narraciones de cronistas que hablan sobre la preservación de varias momias incas, entre estas las del Sapa Inca Pachacútec en los espacios del Hospital Real de San Andrés.​ Por ejemplo, en 1560, Garcilaso de la Vega, descendiente de los reyes incas visita a Polo de Ondegardo y esto es lo que el narra de este encuentro:

«Cuando yo iba a venir a España, visite la casa del licenciado Polo Ondegardo, natural de Salamanca, que era corregidor de la ciudad, a besarle la mano y despedirme de él antes de mi salida. Entre otros favores que me mostró, dijo: "A medida que se van a España, entra en esta sala, y verás algunos de sus antepasados quienes he exhumado: ”En la habitación encontré cinco cuerpos de los gobernantes incas, tres varones y dos hembras .... Los cuerpos estaban perfectamente conservados, sin la pérdida de un cabello de la cabeza o la frente o una las pestañas. Estaban vestidos como lo habían sido en la vida, con llautus [diademas reales] en sus cabezas, pero no otros adornos o real insignia. Fueron enterrados en una posición sentada, sus manos cruzadas a través de su pecho, la izquierda sobre la derecha, y sus ojos bajos, como si buscara en el suelo.... Recuerdo haber tocado uno de los dedos de Huaina Capac, que parecía como el de una estatua de madera, que era tan duro y rígido. Los cuerpos pesaban tan poco que cualquier indio podría llevar en sus brazos o [en] la espalda de casa en casa.»
Garcilaso de la Vega




Además, en 1590, casi 30 años después que las momias fueron traídas a Lima, José de Acosta ofrece una breve reseña y confirma que uno de los cuerpos era el de Pachacútec:

«El cuerpo [de Pachacuti Inca Yupanqui] se encuentra tan bien conservado, y con una cierta resina, que parecía vivo. Los ojos se hicieron de pan de oro tan bien colocado que no había necesidad de los naturales, y tenia una contusión en la cabeza que había recibido de una piedra en una cierta batalla. Tenía el cabello gris y nada de eso había desaparecido, como si hubiera muerto ese mismo día, aunque en realidad su muerte se habían producido más de sesenta u ochenta años antes. Este cuerpo, junto con los de otros Incas, fue enviado por Polo a la ciudad de Lima bajo las órdenes del virrey, el Marqués de Cañete, ya que era necesario para acabar con la idolatría del Cuzco, y muchos españoles han visto este cuerpo, junto con los demás, en el hospital de San Andrés, fundado por el virrey mencionados, aunque por ahora se ven muy maltratados y en mal estado.»
José de Acosta




Recientemente, diversas investigaciones arqueológicas han tratado de encontrar los restos del gran emperador inca, los cuales de ubicarse en alguno de los ambientes aún por excavar del hospital supondrían uno de los descubrimientos arqueológicos más importantes de la época. No obstante, el arqueólogo Antonio Coello (quien lideró las excavaciones en el marco del último proyecto de búsqueda de las momias incas, y que contó con el apoyo de la Universidad de Chicago y la National Geographic) considera que es ya poco probable que aún se preserven dichos restos, indicando: «No creo que hayan logrado sobrevivir. Siempre se ha reavivado el testimonio de Garcilaso, pero mi hipótesis es que fueron destruidas después de la rebelión de Túpac Amaru, o en todo caso, no sobrevivieron a la humedad.»



El antiguo Hospital Real de Andrés, ubicado en la calle de San Andrés, en la octava cuadra del Jr. Huallaga, cerca de la Plaza Italia, antes Plaza Santa Ana, estaba muy cerca del edificio antiguo del Colegio de Medicina y Cirugía de San Fernando inagurado por el Virrey Abascal en 1811. Se encuentra cerca también del Hospital San Bartolomé, y del Hospital de Santa Ana y debiera ser el local adecuado para albergar el Museo de la Historia de la Medicina del Perú.



El Hospital Real de San Andrés tiene sus inicios en 1552 cuando Francisco de Molina atendía en su casa en el Callejón de Santo Domingo a enfermos que carecían de recursos. El número de pacientes fue aumentando progresivamente y hubo que recurrir a la caridad pública y luego a la ayuda del Virrey Andrés Hurtado de Mendoza, Marquez de Cañete, quien le escogió un arrabal, le asignó algunas rentas comenzando la construcción por la edificación de las enfermerías. Agradecido Francisco de Molina, puso como nombre al naciente Hospital el nombre de su benefactor "Andrés".



El Hospital de San Andrés desde sus inicios fue un hospital real, es decir que se encontraba bajo el patronazgo de la corona quien apoyaba su mantenimiento con un aporte anual.



Valdizán hace notar que antes de 1560 ya se menciona en las crónicas la existencia del hospital de San Andrés pues se dice que en 1556 fueron enterradas las momias de algunos emperadores Incas. Córdova y Urrutia señala este acontecimiento en 1556. 
A la muerte de Francisco de Molina en 1600, el Padre Juan Sebastián se interesa por el Hospital y solicita la protección del Marques de Salinas, Don Luis de Velasco, quien funda una hermandad y mayordomía. Según Lastres se funda en esa época la loquería del hospital.



De los pocos documentos que se pueden encontrar en el Archivo de Indias de Sevilla sobre el hospital,  prácticamente todo se refiere a los aspectos contables y provisiones económicas autorizando a los Virreyes a que las efectúen o las mantengan. Esta fuente nos instruye en una de ellas sobre la visita que hiciera Luis de Velasco al Hospital de San Andrés cuando dice lo siguiente:

"EI Hospital de San Andrés es de españoles que por ser solo casi toda la gente que no tiene renta acude a él en sus enfermedades y así está siempre muy poblado y cargado. Aunque tiene alguna renta, no le basta, ni la merced que su majestad le hace y la limosna se van acortando y hecho de ver en años anteriores que iba muy de caída. He procurado poner a cargo de 24 personas de algún caudal y buen nombre en la república, con que se ha levantado y mejorado la cura y regalo de los enfermos y se le hecha menos de ver la necesidad. Entendiendo el fruto que de esto se saca los he procurado acariciar y alentar, y siempre convendrá que vuestra excelencia le haga merced en esto y en lo demás que se ofreciere porque no tiene otro recurso, como he dicho, en esta ciudad todo genera de gente".




Mientras tanto el hospital de San Andrés tenía una vida intensa y en 1790 habia tenido 3598 pacientes hospitalizados de los cuales 211 habían fallecido. La población de Lima en aquellas épocas era de 52627, y en ese mismo censo se mostraba que en Lima ejercían la profesión 21 médicos y 56 cirujanos.



En los años siguientes la situación del San Andrés pasa por momentos difíciles y cierra en 1821 año en que los enfermos pasan al Hospital de San Bartolomé. En 1835 el Director de la Beneficencia Don Juan Gil, logra ocupar nuevamente el Hospital, previa una refacción que demanda un gasto de 7536 pesos. En 1858 dos años después de la fundación de la Facultad de Medicina de San Fernando, el Hospital de San Andrés contaba con 10 salas con capacidad para 557 enfermos y habían tres médicos, dos cirujanos, dos médicos auxiliares, cinco internos y seis externos.




Al transformarse la Escuela de San Fernando en la Facultad de Medicina en 1856, se crearon dos cátedras de clínica médica: la de hombres que se enseñó en el Hospital de San Andrés y cuyo fundador fue Miguel Evaristo de los Rios y la de mujeres que se enseñó en el Hospital de Santa Ana y cuyo nombramiento recayó en José Jacinto Corpancho. 


EI Hospital de San Andrés que había servido a la salud desde los primeros años de la Colonia, en la segunda mitad del siglo XIX se consideraba anticuado y según don Javier Correa, inspector del Hospital de San Andrés, en catorce años, entre 1858 y 1871 se habían duplicado las estancias. Alzamora relata que el 08 de marzo de 1875 fue el último día del hospital San Andrés y en realidad el primero del Hospital Dos de Mayo. Fue el día del traslado de los enfermos. 


La labor no fue fácil, algunos pacientes llegaron lentamente a pie, solos o ayudados por su familiares y amigos, otros cargados en sillas de madera o de manos, quienes en burro, a caballo, en coche o en el carretón del Hospital. Dicese que algunos pacientes aprovecharon la coyuntura para evadirse, los más de éstos fueron chinos, pero hubo también un torero que al llegar a la plazuela fue "rescatado" al parecer por su cuadrilla. Solo hubo una desgracia que lamentar, sin duda por el esfuerzo de ayudar en día muy caluroso y después de beber un vaso de chicha, murió súbitamente en el camino un anciano que durante muchos años había sido el "farolero" del Hospital San Andrés.




Posteriormente el Hospital se convirtió en casa de clausura de las Hermanas de la Caridad de San Vicente de Paul y luego en 1929 continuó la obra de caridad y enseñanza la congregación de las hijas de María Inmaculada.

25 enero 2022

La tradición de octubre: Iglesia y Monasterio de Las Nazarenas

Construido en la segunda mitad del siglo XVIII, este templo es también uno de los más importantes y visitados, especialmente por acoger a la imagen del Señor de los Milagros, también conocido como el Cristo Moreno, el Cristo de Pachacamilla o el Cristo Morado. Cada año, Las Nazarenas recibe multitudinarias visitas que llegan para venerar a la sagrada imagen.



El origen de este fervor data del siglo XVII. Cuenta la historia que un esclavo congoleño dibujó la imagen de Cristo crucificado en una pared de adobe en un pequeño templo ubicado en el barrio de Pachacamilla, en el centro de Lima. Con el paso del tiempo, la obra resistió a varios terremotos y se mantuvo en pie sin sufrir ningún tipo de daño. Por esta razón, la población de Pachacamilla, y la ciudadanía en general, calificó a la imagen como milagrosa, pues resultaba inexplicable que los fuertes movimientos sísmicos no hicieran caer a la pared de adobe donde esta resaltaba.



Historia
Santuario de Las Nazarenas


El Templo o Santuario de Las Nazarenas, en cuyo Altar Mayor se encuentra la Sagrada Imagen del Señor de los Milagros, tiene sus orígenes en esta antigua representación del Cristo en la Cruz, pintada en un humilde muro de un galpón por un esclavo angoleño en la Lima del siglo XVII.



Un fuerte terremoto que asoló Lima el 14 de noviembre de 1655, con grandes pérdidas humanas y materiales, dio origen a esta devoción, al observarse que milagrosamente el muro donde estaba pintada la imagen del Cristo Moreno quedó incólume.



Don Sebastián de Antuñano y Rivas puso el empeño y dedicación para la construcción del Santuario del Señor de los Milagros. El 5 de julio de 1684, compró los terrenos aledaños a la zona para edificar la primera iglesia del Cristo Moreno que sufriría graves daños por el tiempo y los terremotos que se sucedieron.



Por iniciativa del virrey Manuel Amat y Juniet —quien colaboró con un óbolo anual y los estudios técnicos— y dado que la primera edificación tuvo que ser prácticamente demolida en 1746, se construyó un nuevo templo que fue inaugurado el 20 de enero de 1771.



Debido a los movimientos sísmicos que sacuden Lima de tiempo en tiempo, este templo ha sufrido numerosas remodelaciones. De la pequeña capilla inicial, se tiene en la actualidad un templo de notable y hermosa arquitectura manteniendo el original estilo rococó.



Cada año el Santuario recibe a innumerables fieles al Cristo Moreno, que animados de fe desean admirar la imagen original que el esclavo negro pintara hace más de 363 años y que permanece incólume hasta nuestros días, como muestra milagrosa de un regalo divino a la ciudad de Lima.
En sus altares menores se veneran a: 
  • Jesús Nazareno, 
  • Nuestra Señora del Carmen, 
  • San Martín de Porres, 
  • Santa Teresa del Niño Jesús, 
  • San Joaquín, 
  • San José, 
  • Santo Toribio de Mogrovejo, 
  • Santa Rosa de Lima, 
  • Niño Jesús de Praga. 

En su cúpula está circundado por San Mateo, San Marcos, San Lucas y San Juan. En el altar mayor, se alza imponente San Miguel Arcángel, y acompañan al Cristo Moreno en las hornacinas laterales; San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Ávila.



Monasterio de Las Nazarenas


Ubicado junto al templo, el monasterio de las Nazarenas es el refugio de las Madres Carmelitas Descalzas Nazarenas. El 12 de octubre de 1700, Sebastián de Antuñano, promotor de la primera iglesia, donó tanto la Iglesia como los terrenos adyacentes a las beatas del antiguo Instituto o Beaterio Nazareno, quienes vestían el hábito morado, que dieron origen a los hábitos del color tradicional usado por los devotos del Señor de los Milagros.



Estas beatas tomaron como regla la carmelitana y así lograron elevar el beaterio a la condición de monasterio. Al morir la Madre Antonia Lucía del Espíritu Santo, fundadora del Beaterio, designa como superiora a Sor Josefa de la Providencia quien, tras 18 años de lucha, consiguió que en 1720 el rey de España, Felipe V, y el papa Benedicto XIII, en 1727, otorgaran la licencia y aprobación para la fundación del Monasterio de las Nazarenas y su transformación en el monasterio de clausura agregado a la orden de las Carmelitas Descalzas, quedando oficialmente inaugurado el Monasterio el 11 de marzo de 1730.



Actualmente las Madres Carmelitas Descalzas Nazarenas —que continúan usando el hábito morado en vez del tradicional marrón carmelitano— son las únicas guardianas y custodias del Señor de los Milagros.




Debido al fuerte sismo del 17 de octubre de 1966 el antiguo monasterio quedó en estado ruinoso por lo que dos años más tarde se edificó uno prácticamente nuevo, en el que las "Fieles Guardianas y Cuidadoras" del Señor de los Milagros viven dedicadas tanto a la contemplación y a la oración como al servicio del prójimo. La historia del Templo de Nazarenas, que alberga hoy a la sagrada imagen del Señor de los Milagros, es casi tan antigua como la imagen misma. Tal como consta en la historia del Señor de los Milagros, la sagrada imagen fue pintada en el muro de una barraca por un esclavo angoleño. En 1655 un fuerte terremoto asoló Lima causando cuantiosas perdidas humanas y materiales. Las precarias viviendas de los esclavos angoleños cayeron por los suelos. Pero milagrosamente el muro donde estaba plasmada la imagen del Cristo Morado quedó intacto.





18 enero 2022

LIMA ESTA DE ANIVERSARIO


Lima fue fundada el 18 de enero de 1535 por Francisco de Pizarro con el nombre de “ciudad de los Reyes” y desde entonces ésta nueva ciudad española ha servido como capital del Virreinato del Perú, centro y eje del poder español en América del Sur. Con el tiempo se llamó Lima que era el nombre que le daban los pueblos originarios a los asentamientos de los españoles. Lima proviene del idioma aymara, (lima-limaq, flor amarilla) o del quechua (rimaq, hablador) por su río, el Rímac.

Lima esta de aniversario



La fundación se realizó sobre el asentamiento de Curacazgo de Taulichusco sobreponiendo la traza renacentista española sobre los caminos y edificaciones indígenas desarrollados en la cultura local. Desde entonces confluyen costumbres, ideas y tradiciones socio espaciales generadas por la superposición y encuentro de migraciones locales, regionales e internacionales que alimentan su crecimiento cultural. Social y espacial.

Lima Inca de Taulichusco


El proyecto inicial comprendía 117 manzanas de las cuales sólo se ocuparon en los primeros años, 17 manzanas y la plaza mayor.

La Plaza mayor no ocupó el centro de la cuadrícula sino una más cercana a la orilla del río para tener el control del agua que se distribuía a través de canales al resto de la ciudad. Es así como Lima queda definida y estructurada para su posterior desarrollo.

Plano de Lima de 1685 elaborado por Pedro Nolasco
Plano de Lima de 1685 elaborado por Pedro Nolasco



Hoy son más de 8 millones los habitantes de una urbe que crece día a día, mostrando en cada rincón de su colorida fisonomía, un detalle distinto, una razón que confirma lo plural y distinta que es la ciudad. Lima es hoy una mezcla inconmensurable de culturas, etnias, razas y sangres. Un festival de colores y costumbres, un caudal inmenso de folclore y criollismo, entre lo antiguo y lo moderno.

Aniversario de Lima
Aniversario de Lima




LA FUNDACIÓN DE LIMA


Esta no fue el inicio de su historia. Nuestra ciudad como hoy la conocemos, fue alguna vez un valle desértico. Su municipio, un extinto cabildo. Conoce aquí su historia.


UN TERRENO BALDÍO

Alguna vez, Lima fue un extenso y hermoso valle. Las reconocidas plazas y jirones por los que hoy transitamos fueron, miles de años atrás, un terreno baldío con pocas oportunidades de desarrollo para sus primeros habitantes. El río Rímac, Chillón y Lurín que transcurrían por nuestra costa limeña sirvieron a la primera cultura local, conocida como Lima, para impulsar el aumento de recursos a través de una amplia red de irrigación.



Las bocatomas de acequias provenientes de los canales artificiales de riego,fueron construidas sobre los terrenos en los que hoy habita nuestra municipalidad, catedral de lima y palacio de gobierno. esta ubicación llevó a que el imperio inca decidiera, a su llegada a la ciudad, situar el centro administrativo indígena en un espacio estratégico, el cual sería posteriormente la plaza mayor de lima.

Plaza de armas de lima 1860
Plaza de Armas de Lima 1860



En aquel centro de poder, dotado de una vista privilegiada, se instaló el juez de las aguas o ‘taylichusco’, autoridad que controló la distribución del riego del valle hasta la llegada de sus nuevos pobladores: los conquistadores españoles.
Con la llegada del cabildo, aquel foco de la administración inca pasó a ser el escenario cumbre donde el español Francisco Pizarro declaró fundada la denominada ‘ciudad de los reyes’, un 18 de enero de 1535.

Fundación de Lima
Fundación de Lima


Nuevas formas de administración política arribaron de la invasión española, entre ellas, la del cabildo, conocida luego como municipalidad. a cuatro días de la fundación, Pizarro designó a quienes ocuparían el puesto de alcaldes de la recién inaugurada ciudad: Nicolás de Ribera y Juan Tello.

Nicolas de Ribera
Nicolas de Ribera


El cabildo de Lima transitó por diversos lugares hasta llegar al espacio donde hoy se ubica nuestro palacio municipal. sobre un terreno, propiedad de Hernando Pizarro, fue construido el edificio donde se ubicaría la principal autoridad local.
Ladrillos y altos de madera conformaron la primera construcción del local del cabildo.
Con el transcurso de los años y la llegada de nuevos alcaldes y virreyes se desarrollaron diversos cambios para hacer de este uno de los edificios más elegantes de la ciudad de los reyes.

Municipalidad de Lima - Fachada antigua
Municipalidad de Lima - Fachada antigua



Municipalidad de Lima - Fachada actual


Aquel objetivo se cumplió hasta el terremoto ocurrido el 28 de octubre de 1746, fecha en que gran parte de las edificaciones coloniales, incluidas el cabildo, fueron gravemente dañadas.

Plaza de Armas de Lima setiembre 2013
Plaza de Armas de Lima setiembre 2013



Y se declaró la independencia, eran años agitados.

Centenares de personas pedían a gritos la ansiada independencia mientras el libertador José de San Martín arribaba a la costa peruana.



Fue un 15 de julio de 1821 cuando el cabildo de Lima decidió someter a votación del pueblo limeño el deseo de continuar bajo el dominio español.



La respuesta fue unánime:
El Perú se convertiría en un país independiente.
En el hoy conocido palacio municipal se hicieron presentes el entonces alcalde Conde de San Isidro y diversas ilustres personalidades de la ciudad para elaborar el acta de la independencia, histórico documento que a la fecha no ha abandonado nuestro recinto.


La independencia del Perú se proclamó 13 días después por José de San Martín.
Dada la magnitud del hecho, el libertador decidió llevar los primeros aires de la libertad por las cuatro principales plazas de la ciudad para que todos sean testigos así del inicio de una nueva era: la república.




16 enero 2022

Alameda de los Descalzos

La Alameda de los Descalzos es una importante alameda, jardín público o paseo ubicado en el distrito del Rímac en la ciudad de Lima, capital del Perú. Uno de los lugares más conocidos del distrito, a su alrededor se levantan, entre otras construcciones, las iglesias de Santa Liberata, El Patrocinio, y Nuestra Señora de los Ángeles. En su cercanía se encuentra también el lugar donde estaba ubicada la "casa del molino" de Micaela Villegas, conocida como La Perricholi. Tiene una longitud de aproximadamente cuatrocientos cincuenta metros.

Alameda de los Descalzos
Alameda de los Descalzos


Este emblemático espacio en el distrito del Rímac fue creado por el Virrey Juan de Mendoza y Luna en 1611 y está inspirada en la Alameda de Hércules de Sevilla y bellamente adornada por finas esculturas de mármol. A lo largo de su historia sufrió diferentes remodelaciones, siendo la más relevante la realizada en 1856, donde se incluyeron las estatuas de mármol representando los doce signos del zodiaco, bancas, jarrones decorativos y faroles. Desde aquí tendrás una vista privilegiada del Convento e Iglesia de los Descalzos, el Cerro San Cristóbal y las iglesias de la Virgen del Patrocinio y Santa Liberata.

Juan de Mendoza y Luna
Juan de Mendoza y Luna



Se llamó inicialmente Alameda Grande. Mandada trazar por el virrey Juan de Mendoza y Luna, marqués de Montesclaros en el año 1611 a semejanza de la Alameda de Hércules de la ciudad española de Sevilla,​ jardín público creado en 1574 y el más antiguo de España y de Europa. El modelo sevillano fue seguido por otros creadores de jardines urbanos en España como la de Écija (Sevilla), o la de Alameda Central de la Ciudad de México. La Alameda de los Descalzos de Lima fue reconstruida en 1770 por el virrey Manuel Amat y Juniet, Se encuentra en al final de la avenida Alcázar, aproximadamente a 900 metros al norte de la plaza de Armas de Lima.

Alameda de los Descalzos vista de la Iglesia
Alameda de los Descalzos vista de la Iglesia


La tradición oral limeña recoge historias respecto a que en este lugar se daban encuentros furtivos entre amantes prohibidos, donde las muchachas de la época acompañadas en sus paseos por las chaperonas rozaban a sus pretendientes sin siquiera mirarlos. Es cuna de conocidos relatos sobre secretos, sonrisas pícaras y andar garboso de la coquetería de las famosas tapadas limeñas en sus paseos afanosos y seductores de caballeros enamorados. Es testigo también de candentes historias y memorias románticas, la más famosa: el romance entre el virrey Amat y la Perricholi que fueron la comidilla de las recatadas señoras de sociedad de la época.

Alameda de los Descalzos vista aerea
Alameda de los Descalzos vista aérea


También se dice que, en la noche, pasan fantasmas de viudas, suicidas, personas que murieron en la Inquisición o misteriosas congregaciones de fantasmas que desfilan alrededor de la alameda.

Alameda de los Descalzos a fines del 1800
Alameda de los Descalzos a fines de los años 1800


De acuerdo con los cronistas de la Colonia, su diseño original constaba de tres calles, dos laterales para los carruajes y una central para los peatones. Existían tres fuentes, donadas por el ciudadano Agustín Hipólito de Landaburu y ocho hileras de árboles que ofrecían a los paseantes sombra y frescor. La remodelación definitiva que experimentó en el siglo XIX la convirtió en un paseo romántico. En 1856 el presidente Ramón Castilla le dio un nuevo y definitivo trazo unitario al ordenar la colocación de una verja de hierro forjado importada de Inglaterra, dándole el toque romanticista de inicios del siglo XVIII.

Alameda de los Descalzos siglo XIX


Actualmente cuenta con rejas laterales, 100 bancas de mármol elegantemente alineadas, 12 estatuas de Mármol de Carrara que representan los signos del zodiaco y los 12 meses del año y 50 bellos jarrones ornamentales de hierro forjado por los artesanos de la época.

Escultura en la Alameda de los Descalzos
Escultura en la Alameda de los Descalzos


05 enero 2022

Paseo de Aguas

Al final del jirón Chiclayo, en el distrito limeño del Rímac, se ubica el monumental Paseo de Aguas, una construcción mandada a hacer en el siglo XVIII, por el virrey Amat y Juniet a raíz de una promesa que le hizo a Micaela Villegas, más conocida como La Perricholi dentro de la sociedad limeña en la época de la colonia.

Paseo de Aguas
Paseo de Aguas


Considerado una obra maestra de la arquitectura colonial, el paseo se construyó en torno a sistemas de acueductos, cascadas y fuentes, los cuales debían alimentarse con las aguas del río Rímac.

Paseo de Aguas vista nocturna
Paseo de Aguas vista nocturna


El Paseo de Aguas es un paseo ubicado en el distrito del Rímac en la ciudad de Lima, capital del Perú. Uno de los lugares más conocidos del distrito. El Paseo de Aguas fue construido entre 1770 y 1776 por el virrey Manuel Amat y Juniet. En su cercanía se encuentra la plaza de toros de Acho.

Paseo de Aguas y el espejo de agua
Paseo de Aguas y el espejo de agua



Datos de interés


En el año 1877, en el espacio del Paseo de Aguas solía operar la estación de tranvías sangre de Lima. De este antiguo edificio solo sobrevive uno de los antiguos muros perimétricos ubicado al lado izquierdo del arco central de la plaza.

Estación de tranvías sangre de Lima
Estación de tranvías sangre de Lima



Asimismo, esta edificación fue parte del “primer proyecto de modernidad urbana” en Hispanoamérica y de las reformas que se realizaron como producto del terremoto de 1746.
En un principio, este lugar recibió el nombre de Paseo de la Nabona, cuyo nombre proviene de la ciudad francesa de Narbona que tenía un antiguo juego de aguas el cual se pretendía imitar.

Antigua imagen del Paseo de Aguas
Antigua imagen del Paseo de Aguas



Hoy podrás observar el hermoso espejo de agua que se encuentra al centro de la plaza, coronado por un hermoso arco.
El parque cuenta con la parte colonial del arco principal y restos de la pared lateral que data del siglo XVIII, así como jardines, surtidores, juegos y caídas de agua.

Paseo de Aguas y su espejo de agua en vista nocturna
Paseo de Aguas y su espejo de agua en vista nocturna



Te pongo la luna a tus pies

Se dice que Micaela Villegas o también conocida como la Perricholi, le dijo al virrey que no cedería a sus cortejos si es que no le pusiera primera la luna a sus pies y ¿adivinen que hizo el Virrey? Pues nada más y nada menos que crear este monumento, con un arco que se mantiene en donde el agua caía y en la noche reflejaba la luna por lo que según se cuenta, Micaela después de esta muestra de amor sucumbió al amor de su Virrey Amat.

Ruinas del Paseo de Aguas
Ruinas del Paseo de Aguas



Su Arquitectura

El monumento tiene un estilo afrancesado, con una arquitectura lujosa y elegante. Su estilo es una consecuencia de las reformas que se introdujeron durante el régimen político borbónico.
Posee en su ingreso una arquería, frente a su muro, el paseo rodeaba un gran espejo de agua y debió ser un acueducto para que las aguas del Rímac cayeran en cascada desde su elevado arco central. 

Antigua hosteria del Paseo de Aguas oratorio Don Bosco Ayer y hoy
Antigua hosteria del Paseo de Aguas oratorio Don Bosco Ayer y hoy



Cuenta la historia que una vez que el virrey Amat abandonó el cargo y permanecía en España, su antigua amante La Perricholi, se mudó a una casa de molino en la esquina entre el paseo y la alameda, donde lo recordó por siempre.

Antigua Hostería del Rímac ubicada al costado del Paseo de Aguas oratorio Don Bosco ayer y hoy
Antigua Hostería del Rímac ubicada al costado del Paseo de Aguas oratorio Don Bosco ayer y hoy

Actualmente, el Paseo de Aguas es uno de los lugares más hermosos del distrito del Rímac, el cual es visitado por cientos de personas, como parte de la ruta turística en el Centro Histórico de Lima.

Paseo de Aguas desde Hualgayoc ayer y hoy
Paseo de Aguas desde Hualgayoc ayer y hoy



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