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16 agosto 2023

¿CUAL ES LA CALLE MAS ANTIGUA DE LIMA?

El Jirón de la Unión, una calle con un legado de siglos, se erige majestuosamente en el centro histórico de Lima, Perú. Con sus raíces que se hunden en la fundación de la ciudad en 1535 por Francisco Pizarro, esta vía ha sido un testigo silencioso de los altibajos, las transformaciones y las victorias de la capital peruana. En un viaje por el Jirón de la Unión, podemos explorar las páginas vivas de la historia limeña, mientras sus calles adoquinadas nos susurran los relatos del pasado.


Un Legado Ancestral en el Corazón de Lima

Desde tiempos inmemoriales, el Jirón de la Unión ha sido un hilo conductor que teje la historia de Lima. Como un testigo fiel de la fundación de la ciudad, esta calle recorrió un largo camino desde sus humildes inicios hasta convertirse en una arteria vital en el Damero de Pizarro. Al recorrer sus tramos, es imposible no sentir la conexión con los pasos de quienes la caminaron antes que nosotros.



El Encanto Colonial: Balcones y Detalles que Hablan del Pasado

Cada paso por el Jirón de la Unión es un encuentro con la arquitectura colonial que define la identidad de Lima. Los balcones de hierro forjado se asoman orgullosos, como guardianes del tiempo, mientras que los detalles ornamentales en las fachadas nos cuentan historias que trascienden generaciones. Las calles empedradas y las casonas coloniales dan testimonio de la elegancia y el esplendor de épocas pasadas.





Del Cabildo al Corazón de la Ciudad

Desde su nacimiento, el Jirón de la Unión ha sido un punto de encuentro vital en el tejido urbano de Lima. El cabildo de Lima, una pieza fundamental en la administración colonial, se erigió en su esquina, marcando el comienzo de una historia que resonaría por siglos. Conectando la Plaza de Armas con la Iglesia y Convento de La Merced, esta calle ha sido un camino que ha unido los aspectos esenciales de la vida limeña.



Resiliencia a Través de los Siglos

A medida que los años avanzaron, el Jirón de la Unión demostró su resiliencia al cambio. Desde su papel como un eje central en la nomenclatura urbana del siglo XIX hasta su resurgimiento como una vía peatonal en los años 80, esta calle ha demostrado una capacidad excepcional para adaptarse a los tiempos cambiantes. Hoy, como un centro comercial floreciente, el Jirón de la Unión sigue evolucionando, conservando su esencia histórica mientras se abre a nuevas posibilidades.



El Encanto de los Pequeños Detalles: Pasajes y Plazas Emblemáticas

El Jirón de la Unión es un pasaje lleno de tesoros escondidos que invitan a la exploración detallada. El Pasaje Santa Rosa, con su rica historia y sus edificios que atestiguan épocas pasadas, es un lugar donde el tiempo parece haberse detenido. La Plaza San Martín, un símbolo de la independencia peruana, se encuentra en una intersección importante y ofrece un espacio para la reflexión y la conexión con el pasado.






Un Vistazo al Futuro a Través del Pasado

Caminar por el Jirón de la Unión es un viaje que nos transporta a través de los siglos, pero también nos brinda una ventana al futuro. La revitalización del centro histórico de Lima, con esfuerzos para preservar su patrimonio cultural, asegura que las generaciones venideras puedan disfrutar y aprender de las lecciones del pasado. Cada paso que damos en esta calle nos lleva más cerca de la comprensión de la identidad y la evolución de Lima.



Conclusión: Una Travesía en el Tiempo

El Jirón de la Unión es mucho más que una calle; es una travesía en el tiempo a través de la historia de Lima. Desde su nacimiento en los albores de la fundación de la ciudad hasta su papel como una vía comercial vibrante en la actualidad, esta calle ha sido un reflejo de la resiliencia y la evolución de Lima a lo largo de los siglos. Al explorar el Jirón de la Unión, nos sumergimos en una experiencia única que nos conecta con el pasado y nos inspira a forjar un futuro enraizado en el legado de esta histórica vía.







25 noviembre 2021

El Puente Trujillo o Puente de Piedra

Dentro de las estructuras arquitectónicas más representativas de la ciudad de Lima se encuentra el denominado “Puente de Piedra”, ubicado sobre el río Rímac, que une el Jirón De la Unión, en el Cercado de Lima, y el Jirón Trujillo en el distrito del Rímac, conocido mayormente como “Puente Trujillo” por haber sido este el nexo entre Lima y la ciudad de Trujillo.



El Puente de Piedra es un puente ubicado en el centro histórico de Lima, capital del Perú. Cruza el río Rímac uniendo el Cercado de Lima con el distrito del Rímac. Es el inicio del Jirón de la Unión que fuera en los primeros años de la república, la vía más importante de la ciudad. Es comúnmente denominado como Puente Trujillo debido a que es la prolongación del jirón Trujillo.



Historia

Fue construido en 1610 por el arquitecto español Juan del Corral, nacido en Santander, durante el mandato del virrey Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros,​ ante la progresiva urbanización del barrio de «abajo el puente» (actual distrito del Rímac). Fue uno de los primeros puentes construidos sobre el río Rímac, permaneciendo como el único nexo entre el la ribera norte del mismo y la antigua ciudad amurallada hasta la construcción del Puente Balta en el siglo XIX.


La del marqués fue una experiencia en desastres que aplicaría nuevamente al asumir la gestión del Virreinato del Perú, donde llegó a fines de 1607. Poco después desarrollaría proyectos urgentes: tras levantar el primer censo en Lima, construyó la Alameda de los Descalzos y el puente de piedra sobre el río Rímac, que amenazaba permanentemente a la ciudad con sus desbordes. Un puente anterior, construido por el virrey Marqués de Cañete hacia la mitad del siglo XVI, había sido destruido por una crecida del Rímac en 1597.


Fue el alcalde don José de Ribera quien firmó contrato con Juan del Corral, maestro mayor de reales fábricas y azulejero notable, para encargarse de la construcción del puente a cambio de 700 mil pesos. Y lo hizo siguiendo un estilo gótico-isabelino, utilizado en monasterios y catedrales, con piedras de mampostería traídas de las canteras de Surco. En su diseño, contrafuertes adiamantados parten las aguas del río y contrafuertes circulares las despiden. Sobre estos, parapetos separaban a peatones de caballos y carruajes. Tras dos años de construcción, la obra fue inaugurada por el visionario virrey.


El puente de piedra, o puente Trujillo, unía entonces la Lima amurallada con el arrabal de San Lázaro (actual Rímac), asentamiento de indios camaroneros. Asimismo, facilitó el acceso a la Alameda de los Descalzos y a la Pampa de Amancaes, dos populares espacios públicos de la sociedad colonial.


Veinte años más tarde, el virrey Amat mandó fortalecer su estructura, mientras que en tiempos republicanos, el gobierno de José Balta ordenó reparar, en 1868, el arco de la entrada. Sin embargo, esta estructura fue afectada por un incendio en 1879 y fue demolida definitivamente. El otro arco, situado en la ribera del distrito del Rímac, fue demolido a mediados de la década del ochenta para colocar el puente de concreto que da paso a la actual Vía de Evitamiento. Decisiones impulsadas por una mal entendida modernidad.


Según sostiene Antonia Durán (1994) en el lugar previamente existió un primer puente de madera, levantado en 1554 y sustituido por otro de mampostería y ladrillo mandado a construir entre los primeros años del siglo XVII debido a los daños constantes generados por la fuerza de la corriente del río Rímac.


La propuesta inicial del puente, tal como afirma Durán en base a documentación de la época, contaría con ocho ojos, seis pilares en el río y dos más pequeños a los lados, pero finalmente se hizo de seis. (DURÁN, 1994).


Según Luis Sifuentes, esta estructura constituye una de las construcciones más antiguas de Lima. Fue edificado entre 1608 y 1610, durante la época del virrey Juan de Mendoza y Luna, Marqués de Montesclaros; por eso a esta estructura también se le conoce como “Puente de Montesclaros” (SIFUENTES, 2010).



Actualidad

Actualmente, si bien fue pavimentado, mantiene la misma estructura inicial. Con la construcción de la Vía de Evitamiento se estableció un paradero de transporte público, el que fue trasladado en el año 2006 con la construcción del Puente Rayito de Sol.


El antiguo puente de piedra forma parte del paisaje arquitectónico de la Ciudad de Lima. Ha sido testigo de innumerables acontecimientos históricos de nuestra ciudad, y junto con otras estructuras arquitectónicas conforman nuestro patrimonio cultural.





26 agosto 2021

La iglesia de la Merced - La mas longeva

La iglesia de Nuestra Señora de la Merced se encuentra en el cruce de la cuadra 6 del Jirón de la Unión (calle La Merced) con la primera cuadra del jirón Santa Rosa (calle Jesús Nazareno), en el Centro Histórico de Lima.



Descripción de la fachada y determinación de su estilo


La fachada es una muestra acabada del estilo barroco churrigueresco limeño y en su parte central la imagen de la Virgen de las Mercedes aparece en una hornacina, alrededor de la cual se disponen otras.
Su única torre, iniciada en 1539, debía ser más alta pero fue rebajada a raíz del terremoto del 20 de octubre de 1687.



Descripción de su interior


En el interior guarda retablos de diversos estilos, esculturas y pinturas consideradas joyas del arte virreinal. El altar mayor es menos recargado que los otros, completamente dorado al fuego. En la parte central destaca la efigie de Nuestra Señora de la Merced imagen que desde 1615 fue invocada como celestial protectora de la ciudad.
En 1730 el Cabildo Civil la nombró Patrona perpetua de los Campos de Lima, a raíz de su intercesión contra la esterilidad de los campos. En la República fue nombrada patrona de las Armas del Perú por el Congreso Constituyente en 1823. Con motivo de las Celebraciones del I Centenario de la Independencia Nacional se solicitó el privilegio de la Coronación Canónica de tan célebre imagen, realizándose el 24 de septiembre de 1921, bajo el padrinazgo del Presidente de la República, Augusto Leguía y de la duquesa de Goyeneche, ante una multitud de fieles y miembros de las Fuerzas Armadas que le rindieron tributo a su Patrona, otorgándole la mención honorífica de Gran Mariscala.




Otros recintos


El convento tiene en la actualidad tres claustros:

El principal, amplio, con altares en las esquinas tiene zócalos de azulejos;

El de "Los Doctores", por la serie de sobrerrelieves en los que se ven a varios mercedarios que dictaron cátedra en la Universidad de San Marcos; en este claustro funcionó el Colegio Nuestra Señora de la Merced desde sus inicios, en 1917, hasta 1972;

El del Noviciado.
El claustro principal y el de los Doctores están separados por una escalera monumental que conduce a una cúpula de media naranja en la parte superior.



En la biblioteca además de los incunables y libros religiosos muy antiguos; se halla el sillón donde se sentaba el padre Urraca, mueble que se ha convertido en una reliquia. En la sacristía se encuentra la famosa Cruz de la Conquista traída por los mercedarios.





Historia

Tan antiguos como la ciudad de Lima son el Convento y el Templo de La Merced. Según antiguas crónicas se establecen que los terrenos donde se construyen el Convento y la Iglesia ya pertenecían a la orden Mercedaria. Sucede que el 13 de abril de 1534, el capitán Francisco de Becerra hizo donación de éste solar, más seis mil pesos al Convento de la Natividad de Nuestra Señora, que más tarde recibió el nombre de Convento de la Madre de Dios de la Merced. En la Cripta del preparatorio, al lado de la sacristía, están las tumbas del famoso donante junto a su esposa. Los Mercedarios es una de las órdenes religiosas que llegaron para catequizar los pueblos conquistados en el Perú. Un año antes que Francisco Pizarro, se establecen en este lugar, mientras que el fundador de Lima se encontraba por Cuzco y Jauja. El primer templo fue de madera; la actual es la segunda, hecha de adobe y ladrillo, Su portada barroca fue labrada en 1591 por Cristóbal Gómez.





El venerable padre Urraca

Fray Pedro Urraca nació en la Villa de Jadraque en Aragón, España, en 1583, vino de España a los 19 años y el destino decidió su vocación. Cuentan que la nave en que viajaba estuvo a punto de naufragar debido a la presencia de una gran tormenta que puso en peligro las vidas de los tripulantes; entonces Pedro Urraca ofreció su vida a la Virgen si lograba salvarse; de pronto el mar se serenó, y el barco continuó viaje a Quito con toda tranquilidad. En esta ciudad inició Pedro Urraca su noviciado. De este lugar lo enviaron al Perú. Durante su vida uso cilicio y cadenas de hierro sobre el cuerpo para hacer penitencia. Al cabo de treinta años se le incrustó en las carnes produciéndole llagas profundas; el médico se las retiró por orden del confesor. Después de muchos años volvió a España, donde llegó a ser Director espiritual de la Reina Isabel de Borbón. Aunque le pidieron que se quedara en la Corte, él prefirió regresar a Lima donde murió el 7 de agosto de 1657 a los 74 años de edad. Sus restos se localizan en el suelo de la iglesia, en la nave de la epístola, allí existe una inscripción en la que se lee: "En este lugar y debajo de la tierra reposa el cadáver del siervo de Dios Fray Pedro Urraca de la Santísima Trinidad". Su causa de beatificación se inició en Roma el 29 de abril de 1682. Sus virtudes heroicas fueron proclamadas el 31 de enero de 1981 y fue declarado Venerable por el entonces Papa Juan Pablo II.



Acontecimientos historicos

Fray Miguel de Orenes funda en 1535, tomando por titular al arcángel San Miguel, el convento de Nuestra Señora de La Merced, sobre cuatro solares que se le asignaron durante el reparto, en la 5a. cuadra del Jirón de la Unión. Es tradición considerar a esta congregación religiosa como la primera en construir su casa en la ciudad. Hay incluso cronistas de esa orden que afirman haber tenido una ermita, en ese mismo lugar, mucho antes de la fundación de Lima, el 18 de enero de 1535. El nombre completo de este importante patrimonio nacional es, desde su creación, el de "Convento Grande de San Miguel de Lima del Real y Militar Orden de Nuestra Señora de La Merced, Redención de Cautivos, de la Provincia Mercedaria de la Natividad de Nuestra Señora".



El primer templo levantado por esta emprendedora orden fue una rústica capilla que en 1541, año del asesinato de Francisco Pizarro, se reconstruyó totalmente para convertirla, de acuerdo al cronista Bernabé Cobo, "en una grande nave cubierta de tablas, con capillas (hornacinas) a los lados". Un año después, el 25 de marzo de 1542, los sacerdotes acceden a que María de Escobar, la tradicional importadora del trigo, la vid y los olivos, viuda del aristocrático Francisco de Chávez, asesinado junto al gobernador, construya por su cuenta el altar mayor del templo, como sepulcro de sus familiares, mientras otros conquistadores construían las demás capillas laterales. Dice fray Víctor M. Barriga que "al principio el templo fue de una pequeña nave, con cinco altares o capillas: el altar mayor (al centro) y las capillas del regidor Francisco de Ampuero y de La Piedad a la derecha, y las del Crucifijo y de San Lorenzo a la izquierda."



Cristóbal Caballero se inicia como alarife de La Merced contratando la hechura del retablo de la cofradía de San Lorenzo, el 28 de setiembre de 1659. El 30 de abril de 1664 se compromete ha realizar la cubierta de madera del segundo claustro, que en 1662 inició el alarife Manuel de Escobar. Al año siguiente, el 11 de setiembre 1665, se compromete con el mayordomo de la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios para hacer un retablo nuevo sobre otro viejo retirado por el carpintero Pedro de Céspedes. El 6 de junio de 1679, año de la beatificación de Santo Toribio, inicia el maestro alarife Francisco Javier Domínguez la construcción del noviciado de La Merced y poco más de un mes después, el 18 de julio, la planta alta del segundo claustro, siguiendo en ambos casos los planos y las directivas de Cristóbal Caballero. Después del destructor terremoto de 1687, que destruyó gran parte del templo y convento mercedario, trabajó arduamente en su reconstrucción. Y a partir de 1696 inicia la construcción de la bella portada de piedra que hasta hoy engalana al Jirón de la Unión.



Después del terremoto de 1746 la iglesia fue parcialmente restaurada; en esa época también se reconstruyó la notable portada, que adorna el frontis con sus columnas salomónicas, que es considerada como una reliquia histórica y artística de gran calidad estética. Fue fabricada en una calidad especial de granito original de Panamá, que traían como lastre, piedra usada como peso que se colocaba en el fondo del buque, para favorecer su equilibrio, los galeones que venían a cargar minerales en el Callao. Esta portada tan fina artísticamente tallada en tres cuerpos, se construyó utilizando piedras de color gris y rosadas, formando una combinación que no se encuentra en otros templos limeños.



Durante esa misma época se fabrican las campanas que hasta hoy siguen anunciando los ritos religiosos más importantes del templo: en 1757 el fundidor Francisco de León hace la que lleva la inscripción "Sea bendito y alabado el Corazón de Jesús Sacramentado", en 1775 el fundidor Pedro Mexía hace la "San José"y en 1787 el fundidor limeño Diego Calero, que residía en Maravillas, hace la campana grande de 1.56 mts. de diámetro.


Antes de la proclamación de la Independencia el infatigable introductor en Lima del neoclasicismo, el presbítero Matías Maestro, reconstruye totalmente el altar mayor que en 1810 será dorado por el pintor Félix Batlle. En 1807 el escultor José Vato labra una estatua de San Bernardo. En 1810 el platero José Palomino hace seis candeleros grandes de plata y el 30 de agosto de 1814 el dorador Andrés Bartolomé de Mendoza dora, graba y encarna las imágenes de la Virgen y San Juan del retablo de Jesús Nazareno. El 24 de setiembre 1823 la Virgen de La Merced es declarada "Patrona de los Campos de Lima y sus alrededores y de los Ejércitos de la República del Perú", en una pomposa ceremonia presidida por el presidente de la República José Bernardo Tagle, "en reconocimiento a la especial protección del Ser Supremo por mediación de la Santísima Virgen de las Mercedes en los acontecimientos felices para las armas de la Patria".





En 1860 el arquitecto Guillermo D´Coudry hace una refacción integral del templo de La Merced especialmente en lo tocante a la torre, las cúpulas y bóvedas entre el altar mayor y el coro. Pero a fines del siglo pasado la fachada de la iglesia de La Merced, incluyendo su magnífica portada, va a ser cubierta con una gruesa capa de yeso para darle un aspecto de arquitectura afrancesada que el templo jamás tuvo. Este maquillaje fue levantado afortunadamente en 1940 por el arquitecto Emilio Harth-Terr‚ para restituirle el aspecto original que le dio el notable alarife mercedario Cristóbal Caballero trecientos años antes.





Todas las imágenes que aparecen en este post fueron tomadas el día domingo 22 de agosto de 2021 y son de mi autoría.
El acceso al templo de la Merced esta actualmente restringido por motivo de la pandemia, por eso no fue posible obtener buenas imágenes del interior.

04 agosto 2021

La Casa Riva Agüero ejemplo de restauración

Lo mejor de la casa Riva Agüero es que es gratuita, así que van a poder aprovechar de un recorrido cultural que lleva dentro de sus instalaciones mucha historia sin pagar un solo sol, cerca de ella a un par de cuadras está el conocido jirón de la unión la calle peatonal más importante del centro de Lima, una calle donde hay bastante comercios y sobre todo los segundos pisos de la mayoría de casas que guardan una historia y un pasado poco conocido por la mayoría de limeños.



Fachada principal

La Casa Riva Agüero se encuentra en el jirón Camaná en la cuadra número cuatro, por fuera van a ver una fachada con dos balcones republicanos de color verde acompañados con su vidrio respectivo además de su fachada de color rosado intenso casi como concha de vino con un pórtico de color verde y sus marcos de blanco que llegan hasta el segundo piso de sus instalaciones, esta casa está construida con las influencias del siglo XVIII donde también destacan sus ventanales en el primer piso hacia la calle con hierro forjado de color blanco adornados en forma cuadriculada y con diseños florales divididas en tres partes, además esta casa tiene algo que les va a llamar la atención y es que ninguna de sus rejas se parece a la otra, cada una tiene un diseño único y su marca se ve reflejada de manera especial y bien ornamentada.



Un detalle especial de esta casa es que en la entrada vas a encontrar una patio hecho con piso de canto rodado pulido, la forma del patio ha sido respetando las reglas coloniales de las casas limeñas de aquellos tiempos debido a que en aquella época era común no tener jardines en los patios pero sí algún macetero que le dé un poco más de vida al lugar, adicionalmente estos lugares también se convirtieron en parte pública de la ciudad de Lima ya que hasta allí ingresaban los pregoneros a vender sus productos para los habitantes de la casa, usando canciones típicas a determinadas horas por ejemplo a la mañana si llegaba la panadera a cantar, uno ya sabía qué hora era sin necesidad de ver un reloj ¿Cómo lo sabemos hoy en día? Pues gracias a los diferentes relatos que autores como Ricardo Palma y representaciones graficas como las de Pancho Fierro es que hemos podido ir descubriendo a los diferentes personajes que estaban en la época colonial de Lima y que ya no existen.




Historia de la casa


La casa “Ramírez de Arellano”, ubicada en el Jirón Camaná Nº 459 (calle antiguamente llamada “de Lártiga”) es actualmente propiedad de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Allí funciona su escuela de Altos Estudios, llamada Instituto Riva-Agüero en honor al último propietario residente de la casona, que la legó por testamento –junto con sus demás bienes- a dicha universidad.




Juan Rodríguez de Villalobos

El primero de los propietarios de los terrenos sobre los que siglos después se construyó la casona fue el conquistador Juan Rodríguez de Villalobos, natural de Cáceres, en Extremadura, España. Los tuvo inmediatamente tras fundarse la Ciudad de los Reyes el 18 de enero del 1535.







Diego Maldonado - Juan Francisco Arias Maldonado

Posteriormente, dichos terrenos fueron comprados a mediados del siglo XVI por el capitán Diego Maldonado, apodado “el Rico”. Maldonado falleció en la Ciudad de los Reyes, alrededor del 1570 y su hijo y sucesor, Juan Arias Maldonado, heredó dichos terrenos.

Su hijo legítimo y definitivo heredero, Juan Francisco Arias Maldonado y Contreras, nacería en 1583. Para 1687, Lima fue sacudida por el terremoto del 20 de octubre, lo que originó que posteriormente, en 1692, se autorice a don Juan Francisco Arias Maldonado para “vender a censo perpetuo los solares de dichas casas vinculadas que se arruinaron”.



Francisco de Lártiga y Torres

El principal postor y comprador final de los solares fue el capitán Francisco de Lártiga y Torres. Mientras quedó Francisco de Lártiga y Torres de poseedor de la mayor parte de solares, el referido mayorazgo recayó a la muerte de don Juan Francisco Arias Maldonado en su hijo don Gaspar José Arias Maldonado y Palomino, Carrillo del Soto y Rendón (apellidos estos últimos -sin duda- de su madre), que vivió entre finales del siglo XVII y los primeros años del siglo XVIII. El mayorazgo, según se mencionara, consistía en bienes no sólo en Lima, sino otros -tanto urbanos y rurales- en Cuzco y Nazca. En 1737, empezó a ser conocido el tramo de la calle de Amargura -sobre el que se alzaba la casa-habitación- como calle “de Lártiga”.



Domingo Ramírez de Arellano

Fue su nexo de parentesco político con el señor del mayorazgo de Maldonado lo que permitió al coronel Domingo Ramírez de Arellano acceder a las fincas urbanas de su propiedad, poco antes de que su mujer heredara no sólo muchos bienes de su madre, la condesa de Vistaflorida, sino también los de su hermana Juana Rosa (viuda de don Andrés de Maldonado y Salazar).



Los esposos Ramírez de Arellano y Baquíjano tuvieron cuatro hijas que sobrevivieron a la infancia: María Rosa, Mariana, María Josefa y María Ignacia, nacidas entre 1782 y 1793. De éstas, sólo la tercera contrajo matrimonio. Las otras tres hermanas quedaron de poseedoras de la casa principal de su padre, así como de las casas accesorias, que tuvieron arrendadas. Resulta muy importante señalar que una de las casas posteriores a la que ellas ocupaban, la denominada casa “de Blaque” fue alquilada por estas señoras al libertador chileno don Bernardo O’Higgins, que dividió sus últimos años entre dicha residencia y su hacienda “Montalbán” en el valle de Cañete. Mientras subsistió el mayorazgo de Maldonado, las hermanas Ramírez de Arellano tuvieron que seguir pagando un monto anual a los herederos del vínculo.

A comienzos del siglo XX, las propiedades que antaño fueran del mayorazgo de Maldonado, en la media manzana entre Espaderos (ya conocida como Jirón de la Unión), Lezcano (antes Mármol de Carvajal) y Lártiga (antes parte de Amargura, y hoy Jirón Camaná), quedaron de poder de las hermanas Rosa Julia y Dolores de Osma y Sancho Dávila, tras la muerte de su padre y de su hermana mayor. Viuda la última, tuvo un solo hijo nacido en 1885: don José Carlos de la Riva-Agüero y Osma, quien tras la muerte de su madre y de su tía en los años ‘20, quedó de único propietario de las fincas.




José de la Riva-Agüero

Fue así que tras testar en dicho sentido, y a su temprana muerte en 1944 (víctima de una apoplejía fulminante), las fincas varias de don José de la Riva-Agüero, rurales y urbanas –éstas últimas de su tatarabuelo don Domingo Ramírez de Arellano y antes todavía de los diferentes señores del mayorazgo de Maldonado (pasando por el episodio marcado por Francisco de Lártiga y una serie de otros ocupantes de las tiendas y casas menores del conjunto de propiedades), terminaron perteneciendo a la Pontificia Universidad Católica del Perú.




Una casa con vestigios de modernidad

Otra cosa curiosa que les puedo compartir es que la casa fue una de las primeras que empezó a pasar de esa Lima sin electricidad a tenerla, fue así que en el recorrido puedes apreciar como existían ya algunas conexiones para la luz eléctrica todo esto se dio a finales del siglo XIX gracias a las gestiones del presidente Ramón Castilla el cual hay un monumento muy cerca de la casa frente a una Iglesia que se llama “La Merced” 




Una biblioteca para la casona

En esta casa encontraremos una jugosa colección de obras artísticas, esta biblioteca está abierta al público para poder ser usada y lleva el nombre de Victor Andrés Belaunde. El techo de esta biblioteca esta tallado además de encontrar lienzos en sus paredes como la de Santa Rosa de Lima una de las más reconocidas del  país.

Por otro lado la casa también cuenta con una valiosa hemeroteca en este caso si debes de tener un permiso especial para poder hacer uso de la extensa información que se encuentra allí, una cosa que se encuentra allí es por ejemplo la primera edición del diario “El Comercio” el cual es uno de los diarios mas antiguos del Perú. 




La historia de los cañones

Dentro de la casa de Riva Agüero van a encontrar también dos cañones el cual para sorpresa de mucho fueron encontrados en las excavaciones mientras se hacía el proceso de restauración y hoy los cañones se encuentra a un lado del patio como forma decorativa, ahora lo que puedo comentarles es que estos cañones no eran para ser usados en épocas de guerra sino que eran colocados simplemente como adornos que usaban los habitantes de aquellos entonces ¡así que no es lo que parece!




Otra cosa que van a entender visitando la casa Riva Agüero es que la familia tenía sus dormitorios en el segundo piso y el primer piso era considerado como la parte social para recibir a sus invitados y a los comerciantes que llegaban a vender sus productos, casi siempre las puertas de las casas limeñas como la de Riva Agüero permanecían abiertas y estos patios como les comenté inicialmente se mezclaban con las calle de Lima haciéndolo también ¡otro espacio público!




El Museo de Arte y Tradiciones Populares

Hoy gracias a los procesos de restauración iniciados por la Pontificia Universidad Católica del Perú se encuentra aquí en el segundo piso las instalaciones del Museo de Arte y Tradiciones Populares del Instituto Riva Agüero aquí uno puede observar diferentes obras de arte colonial y también no solo de esta influencia, sino también el arte popular como por ejemplo los bellísimos toritos de Pucara de la zona de Puno, además de esculturas, tallados, etc.





Horarios de atención:

De lunes a viernes de 10:00 a 13:hrs y desde las 14:00 hasta las 20:00 hrs , los sábados de 14:00 hrs a 17:00 hrs

Ingreso: ¡Gratuito!





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