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16 julio 2023

El Cementerio Presbítero Maestro: Un legado histórico que perdura en Lima

En esta ocasión, nos adentraremos en la historia y las características únicas del Cementerio Presbítero Maestro, un lugar emblemático que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un testigo silencioso de la grandeza de esta ciudad.

Historia del Cementerio Presbítero Maestro:

El Cementerio Presbítero Maestro, fundado el 31 de mayo de 1808, es uno de los cementerios más antiguos y venerados de América Latina. Su nombre rinde homenaje al sacerdote español Matías Maestro, quien desempeñó un papel fundamental en su construcción. 


Este camposanto fue concebido en respuesta a la necesidad de contar con un lugar adecuado para dar sepultura a los fallecidos, ya que las iglesias y los patios de las mismas se habían vuelto insuficientes. 

Características destacadas:

El Cementerio Presbítero Maestro se distingue por su hermosa combinación de estilos arquitectónicos, que van desde el neoclásico hasta el art nouveau. Sus majestuosas puertas de hierro forjado y sus imponentes mausoleos hacen de este lugar un verdadero museo al aire libre.

Al recorrer sus senderos sombreados, descubrirás monumentos funerarios de gran valor histórico y artístico. Entre ellos, destaca la cripta del general José de la Riva-Agüero, prócer de la independencia peruana. También encontrarás la tumba del reconocido escritor Ricardo Palma, cuyas obras han dejado una huella imborrable en la literatura peruana.

Un tour para revisar los misterios y leyendas urbanas:

Bajo la supervisión y el acompañamiento de un guía especializado, tienes la opción de visitar el Museo Cementerio Presbítero Maestro en un recorrido nocturno, donde tendrás una cita con lo desconocido y lo paranormal. 

Mientras te encuentras al lado de las tumbas y mausoleos, escucharás relatos que te pondrán los pelos de punta y te sumergirán en los mitos y las leyendas urbanas que rodean la ciudad. Prepárate para una experiencia única en la que el miedo no existe.

El Cementerio Presbítero Maestro alberga una rica diversidad cultural, reflejada en los estilos y los símbolos presentes en los diferentes mausoleos. Además, es el lugar de descanso eterno de importantes personalidades que marcaron la historia de Lima y del Perú, convirtiéndolo en un verdadero museo de la memoria.

El Cementerio Presbítero Maestro es mucho más que un lugar de reposo final. Es una ventana al pasado, un testimonio de la rica historia y la profunda cultura de Lima. Fundado el 31 de mayo de 1808, este emblemático camposanto te sumergirá en un mundo de arte, arquitectura y memorias compartidas. 


Si alguna vez te encuentras en Lima, no puedes dejar de explorar el Cementerio Presbítero Maestro. Admira sus majestuosos monumentos, descubre las historias de quienes descansan allí y permite que el legado de este lugar histórico, con más de 200 años de historia, te envuelva.


20 diciembre 2021

PLAZA DE ACHO: EL COLOSO DEL RIMAC

La Plaza de Acho, es la tercera más antigua del mundo y una de las más importantes. Esta joya arquitectónica ubicada en el distrito del Rímac, fue inaugurada el 30 de enero de 1766, recinto en el que hasta la actualidad se realizan grandes corridas de toros.

Plaza de Acho
Plaza de Acho


Con 250 años de antigüedad y una capacidad máxima de 13 mil espectadores, el coso peruano ostenta el título de Monumento Histórico. A pesar del tiempo, su adecuado mantenimiento ha logrado relucir la Plaza y llevarla a lo que es ahora, una majestuosidad que se exhibe en cada feria taurina del Señor de los Milagros realizada en el mes de octubre.



Dentro de este Patrimonio encontramos el Museo Taurino, único en su género, siendo un atractivo donde se puede apreciar óleos que retratan corridas y carteles de los primeros eventos realizados en Acho; además de una colección de auténticos tesoros representativos de la tauromaquia. Lugar enriquecido gracias al esfuerzo y dedicación de los miembros del Patronato del Museo Taurino de la Plaza de Acho.



Cabe resaltar, que los ingresos realizados en la Feria del Señor de los Milagros, van directamente a los Programas Sociales a cargo de la Beneficencia de Lima. Dependencias donde acogemos a personas en situación de vulnerabilidad y que reciben protección y calor de hogar, además de todo lo esencial para una calidad de vida digna.



Las corridas de toros llegaron a América y al Perú con el arribo de los conquistadores españoles. Una referencia al primer espectáculo taurino en Lima, figura en las Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma, donde se indica que la primera feria de toros en Lima habría ocurrido en 1538 para celebrar la derrota de los Almagristas. Sin embargo, otros dicen que en realidad fue el 19 de marzo de 1540, como celebración de la Pascua de Resurrección.



El acontecimiento tuvo lugar en la Plaza de Armas de Lima y, durante muchos años, las fiestas de toros se realizaron en este espacio. Para ello se cerraba con vallas, se instalaban tribunas y se armaban barreras de tal forma que se erigía un coso para la ocasión.





Estructura y distribución

Con una capacidad de 14 000 localidades,​ la plaza de Acho es representativa de la arquitectura limeña de finales del Virreinato del Perú e inicios de la época republicana. Su construcción es de material noble, adobe y madera, habiendo sobrevivido a los terremotos que ha sufrido la ciudad de Lima desde su construcción.



Exteriores

En sus exteriores, la Plaza de Acho presenta una forma circular, con una serie de portales rectangulares estrechos y altos que se suceden unos de otros, en grupos de 6, a lo largo del frontis del coso. 
En el interior del recinto y aún fuera del coso se ubican la capilla hacia el lado noreste, el desolladero al lado este, y los corrales hacia el lado norte. Posee una explanada en su lado oeste, conocida como Patio de Sombra, en donde se ubican el Museo Taurino, el Restaurante de la plaza, y una serie de obras escultóricas alusivas a figuras del toreo y personajes ligados a la tauromaquia, entre las que destacan esculturas de Victorio Macho, Miguel Baca Rossi y Raúl Franco Ochoa. En esta plaza también es considerado como pieza fundamental el mirador ingunza, mirador ciudadano durante el Virreinato del Perú.







Interiores

Las graderías poseen 15 accesos o tendidos. Del tendido 2 al 7, las graderías pertenecen a Sombra, mientras que del tendido 9 al 15 pertenecen a Sol. Los tendidos 1 y 8 son Sol y Sombra, y sobre ellos se ubican el palco del juez de la plaza y el palco del Presidente de la República, respectivamente. Las graderías están rematadas por una arquería corrida de madera. 
El ruedo posee un diámetro de 60 metros (antes de la remodelación tenía 90), poseyendo 2 ingresos: la puerta de chiqueros (toril) y la puerta de cuadrillas (puerta grande).





Historia

En 1765, Agustín de Landaburu y Ribera, alcalde de Lima, solicitó permiso para construir lo que llamó "una plaza fija para las corridas de toros" que se llevaría a cabo en Lima durante la celebración del Carnaval en la ciudad. Así, la plaza fue construida en los terrenos del Convento de Madres de Las Nazarenas,​ en un sitio que había sido utilizado para varios edificios de toros temporales desde 1754, y cuyas propiedades pasaron luego al reconocido médico y prócer José Hipólito Unanue y Pavón. La construcción duró ocho meses.



La plaza fue fundada el 30 de enero de 1766,​ durante el gobierno del virrey Manuel de Amat y Juniet, antecediéndola en antigüedad la plaza de toros de Béjar y Zaragoza, en España. La plaza española de Sevilla inició su construcción en 1749, pero concluyó formalmente después de la de Acho.



El cartel de la corrida inaugural lo integraron Pisí, Gallipavo y Maestro de España. El primer toro lidiado fue Albañil Blanco, con divisa caña y rosado, de la hacienda Gómez de Cañete, propiedad de Landaburu y Ribera. A esta primera corrida de toros asistió el virrey Amat.



La fecha de inauguración de la Plaza de Toros de Lima “Plaza de Acho” tenía una serie de vacíos históricos, ya que las fuentes de principios de siglo, así como las diversas publicaciones sobre el tema no daban una fecha exacta, pero gracias a las investigaciones realizadas por el doctor Aurelio Miro Quesada Sosa se llegó a determinar que la primera corrida se celebró el 30 de enero de 1766, en la que se lidiaron 16 reses destinadas para los diestros de a pie y a caballo. 
En el cartel de esta corrida inaugural figuraban los espadas “Pizi”, “Maestro de España” y “Gallipavo”, los tres peruanos. Y el primer toro que pisó el ruedo de Acho para ser lidiado se llamó “Albañil Blanco”, procedente de la hacienda Gómez, ubicada en la localidad de Cañete (sur de Lima), y que según don José Emilio Calmell en uno de sus libros publicados cuyo título es “Diccionario Taurino del Perú”, los ejemplares de esta hacienda cañetana llevaban sobre sus lomos la divisa rosa y caña.




La historia señala que a ésta primera corrida asistió el Virrey don Manuel de Amat y Juniet, y que el festejo se realizó aún pendiente del permiso y autorización del Rey de España Carlos III, que un año más tarde se dio por Real Cedula. 
El contratista de la plaza don Agustín Hipólito de Landaburu se dedicó a explotar el negocio de organizar corridas de toros con bastante acierto, pues obtenía muy buenas utilidades cada temporada. No lo disfrutó por mucho tiempo, ya que por cláusulas del contrato que le eran desfavorables a él, dejó de dar corridas. 
A la muerte de don Agustín Hipólito de Landaburu continúo explotando la Plaza de Toros de Lima “Plaza de Acho”, su viuda, la misma que fue asesorada por su hermano don Juan José Belzunce, quien también antes había asesorado al malogrado Landaburu. A la muerte de la viuda de don Agustín Hipólito de Landaburu fue su hijo don Hipólito de Landaburu y Belzunce quien heredó sus cuantiosos bienes, entre ellos la Plaza de Toros de Lima (Plaza de Acho), quien no continúo la labor de sus padres. Al marchar éste a España y luego de ser enviado a Francia, su albacea don Hipólito Unánue se hizo cargo de la plaza de toros.

En el año de 1832 don Hipólito Unánue como albacea de Landaburu y Belzunce dejó como legado testamentario de su patrocinado la Plaza de Toros de Lima “Plaza de Acho” a favor del Hospicio de los Pobres, administrada por la Junta Real de Beneficencia de Lima (actualmente forma parte del patrimonio de Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, propietaria de la Plaza de Acho), para su explotación a favor de dicho hospicio. La entidad propietaria del coso taurino limeño procedió a sacar a remate la explotación de dicho inmueble, siendo el primer asentista don José Antonio Morote.



A lo largo de su existencia, los ingresos de la Plaza de Acho han sido designados para los organizadores de diferentes corridas. Una excepción a esto fue durante la guerra por la independencia de España: entre los años de 1821 y 1826, todos los ingresos de la plaza se dirigieron al ejército libertador.
En 1849 torearon los primeros españoles en Acho, encabezados por el torero Carlos Rodríguez, quienes implantaron la moda de los trajes de luces y las cuadrillas.​ En 1916 el mexicano Rodolfo Gaona fue el primer matador famoso en participar en una corrida en la plaza de Acho.​
En 1944 fue remodelada debido al deterioro sufrido por lo años, ampliándose su capacidad de 7 000 a 14 000 espectadores,​ pero en desmedro de las dimensiones del ruedo, que dejó de ser el de mayor tamaño del mundo. 
La remodelación estuvo a cargo del ingeniero Francisco Graña Garland. Aunque el trabajo en general se consideró exitoso en retener las características amadas de la plaza, al menos un escritor lamentó la "caída" de la antigua plaza: 

«Solemne, silenciosa y decrépita, como esas viejas actrices cargadas con años —Florías y fama antiguas— la antigua Plaza de Toros de Lima ha caído».​ 

Con la remodelación se cambia la habitual fecha de corridas, diciembre, pasando a octubre, mes del Señor de los Milagros en el Perú.



Un punto importante en la historia taurina del Perú fue el 18 de octubre de 1962, fecha en la que el Museo Taurino de Acho abrió sus puertas al público, en el que se muestran objetos taurinos de gran importancia para la historia taurina nacional.​ Un año antes se crea el primer Patronato del Museo Taurino para que éste se encargue de la búsqueda de objetos taurinos, los que luego de ser catalogados se exponen a la afición.

Cantinflas en Acho el 16 de mayo de 1965
Cantinflas en Acho el 16 de mayo de 1965



En 1971 la plaza de Acho fue declarada Patrimonio Cultural de la Nación y, en 1991, Patrimonio cultural de la Humanidad por la Unesco.
Es costumbre que durante las corridas de toros que componen la Feria del Señor de los Milagros, entre el quinto y sexto toro que la banda de música toque una marinera, una costumbre que tiene su origen en el Día de la Canción Criolla instaurada en 1944.



Albergue Casa de Todos en Acho en 2020.

El 29 de marzo de 2020 el alcalde de Lima anunció que la Municipalidad de Lima y la Beneficencia Pública de Lima establecieron en la Plaza de Acho el albergue temporal "La Casa de Todos" poniendo sus instalaciones a disposición de personas vulnerables en el marco de la cuarentena nacional decretada por el gobierno por la pandemia por COVID-19. La iniciativa fue aprobada por el Ministerio de Cultura y el espacio fue habilitado el día 31 de marzo de 2020.




El 31 de agosto de 2020, la Municipalidad de Lima, que tiene mayoría en el directorio de la Sociedad de Beneficencia de Lima, administradora de Acho, aprobó:


Declarar de Interés Metropolitano que los funcionarios de la Municipalidad Metropolitana de Lima así como sus representantes ante directorios y cualquier estamento, que tengan como responsabilidad aprobar la suscripción de convenios y contratos que impliquen la disposición de bienes inmuebles, establezcan lineamientos que estén orientados a diversificar el uso de los mismos, garantizando que estos inmuebles no sean utilizados para espectáculos públicos donde se ejerza cualquier tipo de tortura contra los animales.


04 agosto 2021

La Casa Riva Agüero ejemplo de restauración

Lo mejor de la casa Riva Agüero es que es gratuita, así que van a poder aprovechar de un recorrido cultural que lleva dentro de sus instalaciones mucha historia sin pagar un solo sol, cerca de ella a un par de cuadras está el conocido jirón de la unión la calle peatonal más importante del centro de Lima, una calle donde hay bastante comercios y sobre todo los segundos pisos de la mayoría de casas que guardan una historia y un pasado poco conocido por la mayoría de limeños.



Fachada principal

La Casa Riva Agüero se encuentra en el jirón Camaná en la cuadra número cuatro, por fuera van a ver una fachada con dos balcones republicanos de color verde acompañados con su vidrio respectivo además de su fachada de color rosado intenso casi como concha de vino con un pórtico de color verde y sus marcos de blanco que llegan hasta el segundo piso de sus instalaciones, esta casa está construida con las influencias del siglo XVIII donde también destacan sus ventanales en el primer piso hacia la calle con hierro forjado de color blanco adornados en forma cuadriculada y con diseños florales divididas en tres partes, además esta casa tiene algo que les va a llamar la atención y es que ninguna de sus rejas se parece a la otra, cada una tiene un diseño único y su marca se ve reflejada de manera especial y bien ornamentada.



Un detalle especial de esta casa es que en la entrada vas a encontrar una patio hecho con piso de canto rodado pulido, la forma del patio ha sido respetando las reglas coloniales de las casas limeñas de aquellos tiempos debido a que en aquella época era común no tener jardines en los patios pero sí algún macetero que le dé un poco más de vida al lugar, adicionalmente estos lugares también se convirtieron en parte pública de la ciudad de Lima ya que hasta allí ingresaban los pregoneros a vender sus productos para los habitantes de la casa, usando canciones típicas a determinadas horas por ejemplo a la mañana si llegaba la panadera a cantar, uno ya sabía qué hora era sin necesidad de ver un reloj ¿Cómo lo sabemos hoy en día? Pues gracias a los diferentes relatos que autores como Ricardo Palma y representaciones graficas como las de Pancho Fierro es que hemos podido ir descubriendo a los diferentes personajes que estaban en la época colonial de Lima y que ya no existen.




Historia de la casa


La casa “Ramírez de Arellano”, ubicada en el Jirón Camaná Nº 459 (calle antiguamente llamada “de Lártiga”) es actualmente propiedad de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Allí funciona su escuela de Altos Estudios, llamada Instituto Riva-Agüero en honor al último propietario residente de la casona, que la legó por testamento –junto con sus demás bienes- a dicha universidad.




Juan Rodríguez de Villalobos

El primero de los propietarios de los terrenos sobre los que siglos después se construyó la casona fue el conquistador Juan Rodríguez de Villalobos, natural de Cáceres, en Extremadura, España. Los tuvo inmediatamente tras fundarse la Ciudad de los Reyes el 18 de enero del 1535.







Diego Maldonado - Juan Francisco Arias Maldonado

Posteriormente, dichos terrenos fueron comprados a mediados del siglo XVI por el capitán Diego Maldonado, apodado “el Rico”. Maldonado falleció en la Ciudad de los Reyes, alrededor del 1570 y su hijo y sucesor, Juan Arias Maldonado, heredó dichos terrenos.

Su hijo legítimo y definitivo heredero, Juan Francisco Arias Maldonado y Contreras, nacería en 1583. Para 1687, Lima fue sacudida por el terremoto del 20 de octubre, lo que originó que posteriormente, en 1692, se autorice a don Juan Francisco Arias Maldonado para “vender a censo perpetuo los solares de dichas casas vinculadas que se arruinaron”.



Francisco de Lártiga y Torres

El principal postor y comprador final de los solares fue el capitán Francisco de Lártiga y Torres. Mientras quedó Francisco de Lártiga y Torres de poseedor de la mayor parte de solares, el referido mayorazgo recayó a la muerte de don Juan Francisco Arias Maldonado en su hijo don Gaspar José Arias Maldonado y Palomino, Carrillo del Soto y Rendón (apellidos estos últimos -sin duda- de su madre), que vivió entre finales del siglo XVII y los primeros años del siglo XVIII. El mayorazgo, según se mencionara, consistía en bienes no sólo en Lima, sino otros -tanto urbanos y rurales- en Cuzco y Nazca. En 1737, empezó a ser conocido el tramo de la calle de Amargura -sobre el que se alzaba la casa-habitación- como calle “de Lártiga”.



Domingo Ramírez de Arellano

Fue su nexo de parentesco político con el señor del mayorazgo de Maldonado lo que permitió al coronel Domingo Ramírez de Arellano acceder a las fincas urbanas de su propiedad, poco antes de que su mujer heredara no sólo muchos bienes de su madre, la condesa de Vistaflorida, sino también los de su hermana Juana Rosa (viuda de don Andrés de Maldonado y Salazar).



Los esposos Ramírez de Arellano y Baquíjano tuvieron cuatro hijas que sobrevivieron a la infancia: María Rosa, Mariana, María Josefa y María Ignacia, nacidas entre 1782 y 1793. De éstas, sólo la tercera contrajo matrimonio. Las otras tres hermanas quedaron de poseedoras de la casa principal de su padre, así como de las casas accesorias, que tuvieron arrendadas. Resulta muy importante señalar que una de las casas posteriores a la que ellas ocupaban, la denominada casa “de Blaque” fue alquilada por estas señoras al libertador chileno don Bernardo O’Higgins, que dividió sus últimos años entre dicha residencia y su hacienda “Montalbán” en el valle de Cañete. Mientras subsistió el mayorazgo de Maldonado, las hermanas Ramírez de Arellano tuvieron que seguir pagando un monto anual a los herederos del vínculo.

A comienzos del siglo XX, las propiedades que antaño fueran del mayorazgo de Maldonado, en la media manzana entre Espaderos (ya conocida como Jirón de la Unión), Lezcano (antes Mármol de Carvajal) y Lártiga (antes parte de Amargura, y hoy Jirón Camaná), quedaron de poder de las hermanas Rosa Julia y Dolores de Osma y Sancho Dávila, tras la muerte de su padre y de su hermana mayor. Viuda la última, tuvo un solo hijo nacido en 1885: don José Carlos de la Riva-Agüero y Osma, quien tras la muerte de su madre y de su tía en los años ‘20, quedó de único propietario de las fincas.




José de la Riva-Agüero

Fue así que tras testar en dicho sentido, y a su temprana muerte en 1944 (víctima de una apoplejía fulminante), las fincas varias de don José de la Riva-Agüero, rurales y urbanas –éstas últimas de su tatarabuelo don Domingo Ramírez de Arellano y antes todavía de los diferentes señores del mayorazgo de Maldonado (pasando por el episodio marcado por Francisco de Lártiga y una serie de otros ocupantes de las tiendas y casas menores del conjunto de propiedades), terminaron perteneciendo a la Pontificia Universidad Católica del Perú.




Una casa con vestigios de modernidad

Otra cosa curiosa que les puedo compartir es que la casa fue una de las primeras que empezó a pasar de esa Lima sin electricidad a tenerla, fue así que en el recorrido puedes apreciar como existían ya algunas conexiones para la luz eléctrica todo esto se dio a finales del siglo XIX gracias a las gestiones del presidente Ramón Castilla el cual hay un monumento muy cerca de la casa frente a una Iglesia que se llama “La Merced” 




Una biblioteca para la casona

En esta casa encontraremos una jugosa colección de obras artísticas, esta biblioteca está abierta al público para poder ser usada y lleva el nombre de Victor Andrés Belaunde. El techo de esta biblioteca esta tallado además de encontrar lienzos en sus paredes como la de Santa Rosa de Lima una de las más reconocidas del  país.

Por otro lado la casa también cuenta con una valiosa hemeroteca en este caso si debes de tener un permiso especial para poder hacer uso de la extensa información que se encuentra allí, una cosa que se encuentra allí es por ejemplo la primera edición del diario “El Comercio” el cual es uno de los diarios mas antiguos del Perú. 




La historia de los cañones

Dentro de la casa de Riva Agüero van a encontrar también dos cañones el cual para sorpresa de mucho fueron encontrados en las excavaciones mientras se hacía el proceso de restauración y hoy los cañones se encuentra a un lado del patio como forma decorativa, ahora lo que puedo comentarles es que estos cañones no eran para ser usados en épocas de guerra sino que eran colocados simplemente como adornos que usaban los habitantes de aquellos entonces ¡así que no es lo que parece!




Otra cosa que van a entender visitando la casa Riva Agüero es que la familia tenía sus dormitorios en el segundo piso y el primer piso era considerado como la parte social para recibir a sus invitados y a los comerciantes que llegaban a vender sus productos, casi siempre las puertas de las casas limeñas como la de Riva Agüero permanecían abiertas y estos patios como les comenté inicialmente se mezclaban con las calle de Lima haciéndolo también ¡otro espacio público!




El Museo de Arte y Tradiciones Populares

Hoy gracias a los procesos de restauración iniciados por la Pontificia Universidad Católica del Perú se encuentra aquí en el segundo piso las instalaciones del Museo de Arte y Tradiciones Populares del Instituto Riva Agüero aquí uno puede observar diferentes obras de arte colonial y también no solo de esta influencia, sino también el arte popular como por ejemplo los bellísimos toritos de Pucara de la zona de Puno, además de esculturas, tallados, etc.





Horarios de atención:

De lunes a viernes de 10:00 a 13:hrs y desde las 14:00 hasta las 20:00 hrs , los sábados de 14:00 hrs a 17:00 hrs

Ingreso: ¡Gratuito!





20 mayo 2021

LA CASA DE PILATOS - DESCUBRE SUS HISTORIAS OCULTAS

Esta hermosa casa se ubica en el jirón Áncash 390, en el distrito de Lima, frente a la Basílica de San Francisco, y aunque se encuentra situada al frente de esta hermosa iglesia católica, una de sus historias atenta contar las creencias del cristianismo y catolicismo como ya veremos a lo largo de este post.

Casa de Pilatos - 22 de febrero de 2020
Casa de Pilatos - 22 de febrero de 2020


Frente a la iglesia de San Francisco, sobre la antigua calle el Milagro (hoy jirón Ancash), hay una casa considerada como una de las más antiguas de Lima, de especial arquitectura, una casa que no se asemeja a otras de las de Lima
Destacan su portada de piedra, única de su tipo en la ciudad, el zaguán de dos tramos y la escalera imperial, que separa el patio principal del traspatio, colocada en el eje central de la vivienda.

Casa de Pilatos - vista desde la Iglesa de San Francisco 22 de febrero de 2020
Casa de Pilatos - vista desde la Iglesia de San Francisco 22 de febrero de 2020

Que la casa perteneció a un conquistador, compañero de Pizarro, lo prueba la escalera que está colocada frente a la entrada; pues parece que eso era una prerrogativa acordada por los conquistadores. Esta era una casa misteriosa, una casa que se prestaba para la fantasía; todo el que pasaba delante de ella, sea limeño o extranjero, no dejaba de detenerse para ver con curiosidad el interior. 
Ricardo Palma cuenta en sus Tradiciones que esta casa era conocida por la Casa de Pilatos. ¿Acaso porque Poncio Pilatos pasó por Lima y compró una propiedad en el Perú?

Casa de Pilatos esquina de jirón Ancash con el jirón Azángaro
Casa de Pilatos esquina de jirón Ancash con el jirón Azángaro

Historia

Existen dos teorías sobre el origen de su nombre: una hace referencia a su similitud estructural a una casa homónima ubicada en Sevilla (España), mientras que otra la recoge Ricardo Palma en sus Tradiciones Peruanas, donde relata la historia de un inquilino, un judío portugués llamado por el pueblo limeño como Pilatos, que fue acusado por el Tribunal de la Inquisición de llevar a cabo ceremonias profanas con imágenes sagradas.

Don Ricardo Palma
Don Ricardo Palma

Esta casa se construyó en 1590, medio siglo después de la fundación de Lima y cuando los jesuitas acababan de llegar al Perú
Quien trazó los planos fue el padre Ruíz del Portillo, superior de esta orden. Ruíz mantenía amistad con un rico mercader español apellidado Esquivel, propietario del terreno. 

Casa de Pilatos con balcones antiguos
Casa de Pilatos con balcones antiguos

El Monasterio de San Francisco se había terminado de construir en 1546, de la obra habían sobrado unas maderas y ladrillos que Esquivel aprovechó en comprar a un ínfimo precio; el mismo arquitecto que edificaba el colegio máximo de San Pablo, se encargó de construir la casa misteriosa, un edificio sólido, resistente a los temblores, que, ciertamente, no son pocos los que ha resistido. 

La casa de Pilatos - detalle del pórtico de entrada
La casa de Pilatos - detalle del pórtico de entrada

Se decía que en los sótanos existía una ancha galería que comunicaba con el convento de San Pedro donde habitaron los jesuitas. Palma cuenta que ese subterráneo era un lugar que le venia de perilla a los futuros escritores, pues de ahí se podían crear muchas historias de conspiración, de doncellas hasta historias románticas. ¿Pero para qué se hizo ese subterráneo? Ni Palma lo sabia ni tampoco le interesaba saberlo.

Basílica y convento de San Pedro
Basílica y convento de San Pedro

Hasta 1635 la casa sirvió de posada para mineros y comerciantes portugueses. Por esa época, la plaza del mercado se situaba en San Francisco y el patio de la casa fue ocupado por los vendedores de frutas.

Casa de Pilatos patio interno
Casa de Pilatos patio interno

La casa fue heredada por doña María de Esquivel y Járava, esposa de un general español; muerta ella, la Inquisición, por deudas contraídas y tras tres años de juicio, decidió rematar la casa.
Don Diego Esquivel y Járava, de origen cusqueño, no quiso que la casa de su tía abuela pasara a familias extrañas por lo que pagó la deuda de los acreedores. 

Casa de Pilatos detalle nocturno patio interno
Casa de Pilatos detalle nocturno patio interno

¿Pero por qué se llama Casa de Pilatos?

Hay dos versiones: la leyenda pueblerina y la histórica. 
Según la leyenda del pueblo, en agosto de 1635 y cuando la casa estaba arrendada a mineros y comerciantes portugueses, pasó por ella, un viernes por la noche, un joven que había tomado unos tragos de más.

Casa de Pilatos - frontis
Casa de Pilatos - frontis


El joven al notar que la puerta estaba sin cerrojo, ingresó, al ver luces en los altos y escuchar ruidos de gente, pensó que se trataba de una jarana, subió por la escalera de piedra. Al llegar al segundo piso, caminó por los corredores hasta llegar a una ventana, pudo ver, a través de ella, que se trataba de un gran salón cuyas paredes estaban tapizadas de un género color negro. Notó que bajo un dosel estaba el hombre más acaudalado de la ciudad, el portugués don Manuel Bautista Pérez, y hasta cien compatriotas suyos sentados en unos escaños escuchando en silencio el discurso de Pérez Bautista
Frente al dosel, había un crucifijo en tamaño natural. Cuando terminó de hablar Pérez, todos los asistentes, menos él, fueron por turno levantándose de sus asientos, avanzaban hacia el crucifijo y todos iniciaban a flagelar al Cristo. 

Casa de Pilatos - Detalle patio central
Casa de Pilatos - Detalle patio central


Pérez - como Pilatos - autorizaba este castigo. El intruso no pudo ver más, se escapó como pudo de la casa y fue con el chisme a la Inquisición que pocas horas después les echó la mano a Pérez Bautista y a los cien judíos portugueses. Al judío Manuel Pérez Bautista le pusieron los católicos el apodo de Pilatos, y la casa quedó bautizada como Casa de Pilatos.

Casa de Pilatos - detalle segundo piso
Casa de Pilatos - detalle segundo piso


Por el lado histórico, Ricardo Palma cuenta en sus Tradiciones que en la Biblioteca Nacional había un documento original que indicaba que en la calle Milagro existió la sinagoga de los judíos, cuyo rabino era Pérez Bautista. Pérez y diez de sus correligionarios fueron quemados en el auto de fe de 1639, cincuenta portugueses más fueron castigados, todos ellos poseían una gran fortuna.

Auto de fe
Auto de fe

En el siglo XIX, cuando llegó la Independencia en toda América, fue en esa casa donde funcionó la primera logia masónica preparatoria para la llegada de San Martín.

Casa de Pilatos - detalle esquina Jr. Azángaro
Casa de Pilatos - detalle esquina Jr. Azángaro


En el patio principal puede verse una vieja columna de madera que está expuesta como una pieza de museo. Se trata de uno de los soportes más antiguos de la construcción, posiblemente pertenecía a las arquearías originales.

Casa de Pilatos - detalle segundo piso y patio
Casa de Pilatos - detalle segundo piso y patio


La casa ha sido ocupada por diversas familias de la aristocracia limeña, hasta que el estado peruano la compró durante el segundo gobierno de Manuel Prado Ugarteche. Fue sede de la Casa de la Cultura, predecesor del Instituto Nacional de Cultura del Perú, durante el gobierno militar de Ricardo Pérez Godoy. A partir de la promulgación de la Constitución de 1993, se instaló el Tribunal Constitucional de Perú en 1996.

Casa de Pilatos - Tribunal Constitucional
Casa de Pilatos - Tribunal Constitucional



















https://es.wikipedia.org/wiki/Casa_de_Pilatos_(Lima)
http://www.limalaunica.pe/2010/09/la-casa-de-pilatos.html
http://anitamalachowski.blogspot.com/2017/10/la-casa-de-pilatos.html

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