Entre las construcciones representativas de la arquitectura virreinal que se conservan en el centro de Lima, llama la atención por sus desusadas proporciones la llamada Casa de la Riva, en la cuarta cuadra del Jirón lca, ocupada hoy por la Sociedad “Entre Nous”.
Casa de la Riva - parte exterior |
Construida en el Siglo XVIII, ostenta en su fachada balcones que se ven pequeños para las dimensiones de la casa en comparación con los balcones corridos que fueron la característica de las construcciones limeñas y que aún se conservan en muchas casas del centro. La portada es enorme y señorial y contrastan con ella la pequeñez de los vanos de puertas y ventanas de los almacenes que están en la parte baja. Ventanitas con rejas de fierro dan vista a la calle al entrepiso o altillo, entre la primera planta y la planta alta, elemento de la construcción que le da al conjunto más altura de la normal, pues eleva la altura de la segunda planta. Adorna la fachada una barandilla que la recorre en la parte más alta y atenúa la severidad de los grandes espacios descubiertos de los muros.
Casa de la Riva - Vista externa |
La casa de la Riva se encontraba en un inminente peligro de destrucción, por haber sido convertida en un gran tugurio, al extremo que habitaban en ella catorce familias de muy pocos recursos.
Casa de la Riva - fachada |
La casa fue admirablemente restaurada por el destacado arquitecto don Rafael Marquina y Bueno, entre 1948 y 1955, y fue declarada Monumento Nacional por Resolución Suprema N° 2900-72-ED, del 28 de diciembre de 1972, con el nombre de “Casa La Riva”
Casa de la Riva - Fachada lateral |
El arquitecto don Héctor Velarde, al referirse a la casa de la Riva, afirma que “Se trata de una de las casas de más prestancia de la ciudad. La fachada llama la atención por su severidad y por sus grandes proporciones. La misma está conformada por un vasto paramento cuya monumentalidad está acentuada por la pequeñez de los vanos y su considerable espaciamiento”
Casa de la Riva - vista del patio principal |
Además, “Por su gran tamaño y extrema sobriedad, la portada constituye un acento digno de esta bella fachada. Los balcones de celosías, pequeños y colocados sobre el entrepiso y, por lo tanto, a gran altura, acusan la influencia del rococó y son pulcros y elegantes.
Casa de la Riva - vista de la entrada al salón principal |
Agrega que “El patio es también uno de los más vastos que se conservan. Contrasta con esa amplitud la pequeñez y el carácter íntimo de los vanos que se abren en los paños laterales. Esbeltas galerías de madera, de tipo andaluz, rodean el patio en sus cuatro lados. Las puertas, ventanas y rejas son en su mayoría del siglo XVIII; entre ellas destacan las dos grandes y elaboradas rejas a cada lado de la entrada al principal”.
Casa de la Riva - patio principal |
El segundo patio, de estilo neocolonial, tiene, según Velarde, un “singular encanto, con galerías de gráciles arcos rebajados en dos de sus lados. El ambiente sorprende por su singular frescura y su delicada poesía”.
Casa de la Riva - vista de un pasillo del patio secundario |
El salón principal, con su mobiliario dorado, está iluminado con valiosas arañas de cristal de varios colores. Es éste el ambiente más lujoso de la casa. El segundo salón, más pequeño, luce también muebles del siglo XIX, y el pequeño oratorio, con un altar neocolonial, completa el evocador ambiente de la vieja Lima.
Casa de la Riva - vista del patio principal desde el zaguán de entrada |
Marquina y Bueno diseñó también el teatro de la institución y otras dependencias (como la galería del segundo patio), en el bellísimo estilo neocolonial. Según Velarde, “armonizan agradablemente con la parte antigua que ha sido atinadamente restaurada”. Este teatro, muchos años, tuvo singular importancia en la vida artística de la ciudad.
Casa de la Riva - plano general |