La iglesia de Nuestra Señora de la Merced se encuentra en el cruce de la cuadra 6 del Jirón de la Unión (calle La Merced) con la primera cuadra del jirón Santa Rosa (calle Jesús Nazareno), en el Centro Histórico de Lima.
Descripción de la fachada y determinación de su estilo
La fachada es una muestra acabada del estilo barroco churrigueresco limeño y en su parte central la imagen de la Virgen de las Mercedes aparece en una hornacina, alrededor de la cual se disponen otras.
Su única torre, iniciada en 1539, debía ser más alta pero fue rebajada a raíz del terremoto del 20 de octubre de 1687.
Descripción de su interior
En el interior guarda retablos de diversos estilos, esculturas y pinturas consideradas joyas del arte virreinal. El altar mayor es menos recargado que los otros, completamente dorado al fuego. En la parte central destaca la efigie de Nuestra Señora de la Merced imagen que desde 1615 fue invocada como celestial protectora de la ciudad.
En 1730 el Cabildo Civil la nombró Patrona perpetua de los Campos de Lima, a raíz de su intercesión contra la esterilidad de los campos. En la República fue nombrada patrona de las Armas del Perú por el Congreso Constituyente en 1823. Con motivo de las Celebraciones del I Centenario de la Independencia Nacional se solicitó el privilegio de la Coronación Canónica de tan célebre imagen, realizándose el 24 de septiembre de 1921, bajo el padrinazgo del Presidente de la República, Augusto Leguía y de la duquesa de Goyeneche, ante una multitud de fieles y miembros de las Fuerzas Armadas que le rindieron tributo a su Patrona, otorgándole la mención honorífica de Gran Mariscala.
Otros recintos
El convento tiene en la actualidad tres claustros:
El principal, amplio, con altares en las esquinas tiene zócalos de azulejos;
El de "Los Doctores", por la serie de sobrerrelieves en los que se ven a varios mercedarios que dictaron cátedra en la Universidad de San Marcos; en este claustro funcionó el Colegio Nuestra Señora de la Merced desde sus inicios, en 1917, hasta 1972;
El del Noviciado.
El claustro principal y el de los Doctores están separados por una escalera monumental que conduce a una cúpula de media naranja en la parte superior.
En la biblioteca además de los incunables y libros religiosos muy antiguos; se halla el sillón donde se sentaba el padre Urraca, mueble que se ha convertido en una reliquia. En la sacristía se encuentra la famosa Cruz de la Conquista traída por los mercedarios.
Historia
Tan antiguos como la ciudad de Lima son el Convento y el Templo de La Merced. Según antiguas crónicas se establecen que los terrenos donde se construyen el Convento y la Iglesia ya pertenecían a la orden Mercedaria. Sucede que el 13 de abril de 1534, el capitán Francisco de Becerra hizo donación de éste solar, más seis mil pesos al Convento de la Natividad de Nuestra Señora, que más tarde recibió el nombre de Convento de la Madre de Dios de la Merced. En la Cripta del preparatorio, al lado de la sacristía, están las tumbas del famoso donante junto a su esposa. Los Mercedarios es una de las órdenes religiosas que llegaron para catequizar los pueblos conquistados en el Perú. Un año antes que Francisco Pizarro, se establecen en este lugar, mientras que el fundador de Lima se encontraba por Cuzco y Jauja. El primer templo fue de madera; la actual es la segunda, hecha de adobe y ladrillo, Su portada barroca fue labrada en 1591 por Cristóbal Gómez.
El venerable padre Urraca
Fray Pedro Urraca nació en la Villa de Jadraque en Aragón, España, en 1583, vino de España a los 19 años y el destino decidió su vocación. Cuentan que la nave en que viajaba estuvo a punto de naufragar debido a la presencia de una gran tormenta que puso en peligro las vidas de los tripulantes; entonces Pedro Urraca ofreció su vida a la Virgen si lograba salvarse; de pronto el mar se serenó, y el barco continuó viaje a Quito con toda tranquilidad. En esta ciudad inició Pedro Urraca su noviciado. De este lugar lo enviaron al Perú. Durante su vida uso cilicio y cadenas de hierro sobre el cuerpo para hacer penitencia. Al cabo de treinta años se le incrustó en las carnes produciéndole llagas profundas; el médico se las retiró por orden del confesor. Después de muchos años volvió a España, donde llegó a ser Director espiritual de la Reina Isabel de Borbón. Aunque le pidieron que se quedara en la Corte, él prefirió regresar a Lima donde murió el 7 de agosto de 1657 a los 74 años de edad. Sus restos se localizan en el suelo de la iglesia, en la nave de la epístola, allí existe una inscripción en la que se lee: "En este lugar y debajo de la tierra reposa el cadáver del siervo de Dios Fray Pedro Urraca de la Santísima Trinidad". Su causa de beatificación se inició en Roma el 29 de abril de 1682. Sus virtudes heroicas fueron proclamadas el 31 de enero de 1981 y fue declarado Venerable por el entonces Papa Juan Pablo II.
Acontecimientos historicos
Fray Miguel de Orenes funda en 1535, tomando por titular al arcángel San Miguel, el convento de Nuestra Señora de La Merced, sobre cuatro solares que se le asignaron durante el reparto, en la 5a. cuadra del Jirón de la Unión. Es tradición considerar a esta congregación religiosa como la primera en construir su casa en la ciudad. Hay incluso cronistas de esa orden que afirman haber tenido una ermita, en ese mismo lugar, mucho antes de la fundación de Lima, el 18 de enero de 1535. El nombre completo de este importante patrimonio nacional es, desde su creación, el de "Convento Grande de San Miguel de Lima del Real y Militar Orden de Nuestra Señora de La Merced, Redención de Cautivos, de la Provincia Mercedaria de la Natividad de Nuestra Señora".
El primer templo levantado por esta emprendedora orden fue una rústica capilla que en 1541, año del asesinato de Francisco Pizarro, se reconstruyó totalmente para convertirla, de acuerdo al cronista Bernabé Cobo, "en una grande nave cubierta de tablas, con capillas (hornacinas) a los lados". Un año después, el 25 de marzo de 1542, los sacerdotes acceden a que María de Escobar, la tradicional importadora del trigo, la vid y los olivos, viuda del aristocrático Francisco de Chávez, asesinado junto al gobernador, construya por su cuenta el altar mayor del templo, como sepulcro de sus familiares, mientras otros conquistadores construían las demás capillas laterales. Dice fray Víctor M. Barriga que "al principio el templo fue de una pequeña nave, con cinco altares o capillas: el altar mayor (al centro) y las capillas del regidor Francisco de Ampuero y de La Piedad a la derecha, y las del Crucifijo y de San Lorenzo a la izquierda."
Cristóbal Caballero se inicia como alarife de La Merced contratando la hechura del retablo de la cofradía de San Lorenzo, el 28 de setiembre de 1659. El 30 de abril de 1664 se compromete ha realizar la cubierta de madera del segundo claustro, que en 1662 inició el alarife Manuel de Escobar. Al año siguiente, el 11 de setiembre 1665, se compromete con el mayordomo de la cofradía de Nuestra Señora de los Remedios para hacer un retablo nuevo sobre otro viejo retirado por el carpintero Pedro de Céspedes. El 6 de junio de 1679, año de la beatificación de Santo Toribio, inicia el maestro alarife Francisco Javier Domínguez la construcción del noviciado de La Merced y poco más de un mes después, el 18 de julio, la planta alta del segundo claustro, siguiendo en ambos casos los planos y las directivas de Cristóbal Caballero. Después del destructor terremoto de 1687, que destruyó gran parte del templo y convento mercedario, trabajó arduamente en su reconstrucción. Y a partir de 1696 inicia la construcción de la bella portada de piedra que hasta hoy engalana al Jirón de la Unión.
Después del terremoto de 1746 la iglesia fue parcialmente restaurada; en esa época también se reconstruyó la notable portada, que adorna el frontis con sus columnas salomónicas, que es considerada como una reliquia histórica y artística de gran calidad estética. Fue fabricada en una calidad especial de granito original de Panamá, que traían como lastre, piedra usada como peso que se colocaba en el fondo del buque, para favorecer su equilibrio, los galeones que venían a cargar minerales en el Callao. Esta portada tan fina artísticamente tallada en tres cuerpos, se construyó utilizando piedras de color gris y rosadas, formando una combinación que no se encuentra en otros templos limeños.
Durante esa misma época se fabrican las campanas que hasta hoy siguen anunciando los ritos religiosos más importantes del templo: en 1757 el fundidor Francisco de León hace la que lleva la inscripción "Sea bendito y alabado el Corazón de Jesús Sacramentado", en 1775 el fundidor Pedro Mexía hace la "San José"y en 1787 el fundidor limeño Diego Calero, que residía en Maravillas, hace la campana grande de 1.56 mts. de diámetro.
Antes de la proclamación de la Independencia el infatigable introductor en Lima del neoclasicismo, el presbítero Matías Maestro, reconstruye totalmente el altar mayor que en 1810 será dorado por el pintor Félix Batlle. En 1807 el escultor José Vato labra una estatua de San Bernardo. En 1810 el platero José Palomino hace seis candeleros grandes de plata y el 30 de agosto de 1814 el dorador Andrés Bartolomé de Mendoza dora, graba y encarna las imágenes de la Virgen y San Juan del retablo de Jesús Nazareno. El 24 de setiembre 1823 la Virgen de La Merced es declarada "Patrona de los Campos de Lima y sus alrededores y de los Ejércitos de la República del Perú", en una pomposa ceremonia presidida por el presidente de la República José Bernardo Tagle, "en reconocimiento a la especial protección del Ser Supremo por mediación de la Santísima Virgen de las Mercedes en los acontecimientos felices para las armas de la Patria".
En 1860 el arquitecto Guillermo D´Coudry hace una refacción integral del templo de La Merced especialmente en lo tocante a la torre, las cúpulas y bóvedas entre el altar mayor y el coro. Pero a fines del siglo pasado la fachada de la iglesia de La Merced, incluyendo su magnífica portada, va a ser cubierta con una gruesa capa de yeso para darle un aspecto de arquitectura afrancesada que el templo jamás tuvo. Este maquillaje fue levantado afortunadamente en 1940 por el arquitecto Emilio Harth-Terr‚ para restituirle el aspecto original que le dio el notable alarife mercedario Cristóbal Caballero trecientos años antes.
Todas las imágenes que aparecen en este post fueron tomadas el día domingo 22 de agosto de 2021 y son de mi autoría.
El acceso al templo de la Merced esta actualmente restringido por motivo de la pandemia, por eso no fue posible obtener buenas imágenes del interior.