18 noviembre 2021

La Quinta de Presa

La única casona de recreo de estilo barroco francés o rococó, que se construyó a partir del siglo XVIII en el barrio limeño del Rímac, es la Quinta de Presa, un ejemplo de arquitectura colonial, que hace eco a los palacios de verano de la campiña francesa, pero en menor dimensión.

Quinta de Presa Fachada principal
Quinta de Presa Fachada principal


Esta mansión campestre cuenta con un área de más de 15 mil metros cuadrados, ubicada fuera del perímetro de las antiguas murallas de Lima, al otro lado del río Rímac y fue erróneamente llamada Palacio de la Perricholi.

Quinta de Presa escaleras en mal estado
Quinta de Presa escaleras en mal estado



Se afirma que fue mandada a construir por el virrey Amat para Micaela Villegas, más conocida como La Perricholi, aunque esto se niega en la monografía del Padre Ugarte.

Quinta de Presa Hall con pequeña capilla
Quinta de Presa Hall con pequeña capilla


Su origen partió de un antiguo molino en 1727, el cual llegó a ser propiedad de doña Isabel de la Presa, por lo que se le llamó molino de Presa. Su sobrino, don Pedro José Carrillo de Albornoz heredó el molino y construyó la casa de recreo, que se conoce como quinta de Presa, donde el virrey Amat habría participado en el diseño.

Quinta de Presa vista de la Huerta en estado de abandono
Quinta de Presa vista de la Huerta en estado de abandono


El distrito del Rímac perdía su contexto paisajístico en la segunda mitad del siglo XIX, transformándose en un barrio popular. El Estado Peruano adquirió la quinta en 1920, cediéndola para cuartel de la Guardia Republicana. Se creó el Museo del Virreinato en 1935.

Quinta de Presa detalle de la fachada
Quinta de Presa detalle de la fachada


Más tarde, en 1971, la edificación pasó a pertenecer al Instituto Nacional de Cultura (INC). Fue declarado monumento histórico nacional en 1972.

Quinta de Presa detalle del Hall
Quinta de Presa detalle del Hall


Se comenzaron las restauraciones en 1990 a pedido del INC junto con la Escuela Taller Lima. De esta manera se logró la recuperación del edificio principal, el jardín interior, el molino, el huerto, espacios exteriores y muebles de la casa como pintura, lienzos y mobiliario.
Se interrumpieron estos trabajos en 1995 por la falta de un proyecto museográfico, un compromiso que asumió el INC.

Quinta de Presa Salon
Quinta de Presa Salon


Historia


La Quinta de Presa fue la casa solariega de la aristocrática familia Carrillo de Albornoz (Condes de Montemar) y Bravo de Lagunas (Condes de Monteblanco). Sin embargo, el nombre de la quinta se la debe gracias a su más conocida propietaria, Isabel Carrillo de Albornoz y de la Presa, hermana del 4° Conde de Montemar, fue construida en el siglo XVIII, fuera del perímetro de las antiguas murallas de Lima, al otro lado del río Rímac. El inmueble es de estilo barroco francés o rococó, adaptado al clima de la capital y a las condiciones de los materiales de construcción. Fue declarado monumento histórico nacional en 1972.

Quinta de Presa estado de conservacion de la fachada principal
Quinta de Presa estado de conservación de la fachada principal



Sus instalaciones fueron afectadas durante su uso por el Banco de la Vivienda,​ el cual mediante convenio con el Instituto Nacional de Cultura del Perú inició la restauración logrando que pudiera volver a mostrar el estilo afrancesado -en salones de juego, comedores y capilla- que lo hizo célebre. Fue el Cuartel Nacional del Regimiento de Gendarmes de Infantería, Guardia Republicana del Perú y sede del Museo de Arte Virreinal.



Proceso de restauración


En el 2019, el entonces director del Plan COPESCO Nacional (PCN), José Vidal Fernández, indicó que la estructura iba a iniciar un proceso de restauración como parte de la lista de recuperación planteada por la World Monuments Fund.




La ficción popular insistió en reconocerla como la casa de la mismísima Perricholi, y esa leyenda persiste entre las calles del histórico Rímac. Sin embargo, la historia de la Quinta, molino y caballeriza de Presa se remonta a la primera dueña de sus terrenos, Isabel Carrillo de Albornoz y Presa, a quien pertenecieron desde comienzos del siglo XVIII. Décadas después, hacia finales del siglo, el coronel Pedro Carrillo de Albornoz y Bravo de Lagunas levantó la hermosa casona de recreo. 




Hoy, la Quinta de Presa se alza en el corazón histórico del distrito como modelo de la arquitectura afrancesada que predominaba en la Lima de su época. A lo largo de los años ha pasado por varios intentos de refacción, pero luego ha vuelto a cerrar sus puertas. Ha permanecido abandonada, ha sido usada como cuartel de la Guardia Republicana. Ahora, tras años de gestiones, el proyecto impulsado por el Patronato del Rímac, el World Monuments Fund (WMF), el Ministerio de Cultura (Mincul) y el Ministerio de Turismo (Mincetur) promete empezar una restauración integral y un uso sostenible que sean ejemplo de recuperación patrimonial.




Caminando hacia el amplio jardín de la Quinta de Presa, con mirador, glorieta y un camino acompañado por palmeras, se nota que el pasto se ha deteriorado un poco. 




En resumidas cuentas este hermoso palacio debe de ser recuperado y puesto en valor tanto para ser abierto al turismo o en forma de museo que pueda albergar todo lo relacionado con la época virreinal. Es un ejemplo mas de la gran cantidad de predios con un enorme valor histórico que estan a la espera una recuperación y puesta en valor, de ser así, nuestra querida Lima se vería mucho mas hermosa.



28 octubre 2021

La Iglesia de San Pedro, el templo de la aristocracia limeña

La Iglesia de San Pedro, fue por tradición hasta hace unas décadas el templo de la aristocracia limeña. Fue construida por los jesuitas con el nombre de San Pablo, e inaugurada su tercera versión, la actual, en 1638. 

Iglesia de San Pedro - Lima
Iglesia de San Pedro - Lima



Cuando llegaron por primera vez al Perú los jesuitas en 1568, fueron alojados por los miembros de la orden de los dominicos, instalándose luego el mismo año 1568 en los solares en que existe actualmente el complejo religioso, iniciándose su construcción este año de 1568 sobre un terreno de 150 pies de largo por 30 de ancho, su construcción inicialmente fue simple, siendo sus servicios religiosos muy concurridos. 




Asistían los españoles que estaban viviendo en la ciudad y decenas de indios que se congregaban en su gran atrio de tierra. Su primer templo fue tan modesto que los vecinos tuvieron que llevar lienzos, retablos, para embellecer sus muros, sedas para los ornamentos y piezas de plata para la sacristía; de tal modo que el Santísimo se pudiera exponer con decencia. 



El 30 de junio de 1569 se levantó un segundo templo en el sitio que hoy comprende a la capilla denominada de Penitenciaria. Finalmente edifican la tercera mucho más amplia, la que actualmente conocemos, realizada sobre el mismo terreno. 



Su constructor fue el Hermano jesuita Martín de Aizpitiarte; los planos fueron traídos por el padre jesuita Nicolás Durán Mastrilli, cuando fue nombrado primer rector del Colegio Máximo de San Pablo de Lima que tenía valor universitario.

Iglesia de San Pedro - Fachada principal
Iglesia de San Pedro - Fachada principal



La iglesia fue consagrada en 1638 con asistencia del virrey Conde de Chinchón y 160 religiosos jesuitas; el obispo Villareal bendijo su campana mayor bautizándola con el nombre de Agustina. Esta campana es la popular "Abuelita", la más antigua del Perú y se dice que dobló en el entierro de Santa Rosa de Lima, y de San Martín de Porres. 



Otra campana de mucha notoriedad es la "Grande" que pesa 100 quintales, por este motivo la torre donde está fue terminada después de haberla subido. Es muy sonora y la segunda en tamaño después de la "Cantabria" de la Catedral de Lima.



Los terremotos que ha sufrido Lima hasta ahora han dañado poco la iglesia que es maciza. En San Pedro, que antes fue de nombre San Pablo, el jesuita Francisco del Castillo pronunció el Sermón de las tres horas por primera vez en el mundo, en 1655 pues así duró el comentario de las siete palabras de Cristo en la Cruz.



Los Jesuitas fueron expulsados del Perú y América en 1772 por el rey de España, retornando posteriormente en 1871, colaborando decididamente en la Guerra del Pacífico. Muestra de ellos, es que esconden al Mariscal Cáceres, disfrazándolo de sacerdote para no ser capturado por los chilenos. Lo ayudan posteriormente a escapar tras lo cual organizó la Campaña de la Breña. También está el hecho que el lugar donde actualmente está el vestíbulo funcionaba la Universidad, convirtiéndose en hospital durante la guerra con Chile.




Descripción de la fachada y determinación de su estilo


La fachada es una obra arquitectónica de estilo neoclásico presenta tres puertas, de las cuales normalmente se abre la principal, las otras dos se suelen abrir en Semana Santa u otras circunstancias de importancia religiosa. 








Las puertas poseen sus portadas de piedra, de arcos de medio punto; sobre ellos tienen hornacina. En el centro el escudo de la orden; tiene zócalo alto de piedra y muros hechos de ladrillo unidos con calicanto, además pilastras en el primer cuerpo. 






Sobre ellos el friso con triglifos y metopas, luego una cornisa que soporta el barandal del segundo cuerpo de estilo barroco de gusto clásico una ventana principal con balaustres de madera; tiene tímpano triangular con una hornacina con la imagen de San Pedro.



Las torres, también de estilo neoclásico, presentan balcones con remate de barandal, una cornisa octagonal, chapitel con barandal que termina en una cúpula con una linterna de madera. 






El atrio actualmente se encuentra protegido por columnas de cemento (muro pretil) para dar mayor seguridad a las instalaciones; frente al templo hay una plazuela que también fue comprada por los jesuitas para dar perspectiva al templo y el público pudiera ver desde allí los actos religiosos que se desarrollaban en el atrio de la iglesia.




En la Iglesia de San Pedro se evidencia 3 etapas importantes históricamente:


Iglesia Primitiva:

Su historia se inicia con la llegada de los Jesuitas el 1 de abril de 1568. Al instante iniciaron las obras de construcción de la Iglesia con el fin de que Lima contara con un lugar dedicado a la celebración de la eucaristía y de todas las labores relacionadas con el evangelio.




La Segunda Iglesia:

La necesidad de mejorar las celebraciones eucarísticas motivo la construcción de un segundo templo. El 30 de junio de 1569 se coloco la primera piedra en un terreno inmediatamente contiguo al anterior. Esta labor tuvo una duración de 6 años, al final de los cuales fue ornamentada con la colaboración de los feligreses vecinos de la zona.



Tercera Iglesia Actual:

Los acuerdos para la construcción de la nueva iglesia se tomaron en la congregación provincial de 1618. En 1628 se terminaron tres de sus capillas, en 1635 se terminaba la cúpula y fue el 31 de julio de 1638 cuando se celebro su solemne dedicación.



Plazuela de San Pedro

La iglesia de San Pedro se encuentra frente a la Plazuela de San Pedro.

La historia de esta plazoleta se remonta a 1626 cuando la Compañía quería las casas frente a esta para crear una plaza publica que sirviera de ornato a la ciudad, pero también como lugar de prédica y adoctrinamiento de niños negros e indios sin interferir con los oficios que se celebraban dentro del templo.

Durante los años del virreinato, también se le llamo “plaza de los coloquios”, porque en ella los jesuitas montaban sus funciones teatrales de tipo religioso. También fue llamada “plazuela del gato”.


Aspectos simbólicos

  • La Iglesia de San Pedro posee, como ya se mencionó, 3 puertas de acceso en su fachada a pesar de no ser una CATEDRAL. Los jesuitas estaban convencidos de colocar estas tres puertas, sin embargo, al recibir la licencia del Papa, abrieron las tres puertas, pero con la condición de que la tercera puerta permanezca cerrada bajo llave.
  • Posee hornacinas en la fachada principal, esto debido a que sin que alguien ingrese, ya sepa el santo de la iglesia, y de esta manera se rinda culto desde incluso el exterior de la edificación.
  • Los campanarios que albergan las torres son elementos típicos de las iglesias limeñas de su época, que cumple la misma labor de avisar a los demás algún acontecimiento simbólico, etc. Y al escuchar el sonido de las campanas los fieles recurren a la iglesia, simbolizando así la evangelización.




15 octubre 2021

El encanto especial de la Iglesia San Francisco

Respecto a la Iglesia, el templo de San Francisco de Asís fue el primer edificio del conjunto. Se conoce que las tierras donde este templo se levanta, fueron concedidas para fines religiosos a inicios de la Colonia, pero la iglesia comenzó a levantarse en 1542, aunque inicialmente era una estructura pequeña y bastante modesta. Fue entre los años de 1556, y 1560, durante el gobierno el Virrey Hurtado, que la estructura del templo empezó a ampliarse y mejorarse.

Iglesia de San Francisco Lima Perú.
Iglesia de San Francisco Lima Perú.




Pese a su pronta remodelación, la inestabilidad del terreno y los sismos que se dieron en el siglo XVI, hicieron que el templo cayera y tuviera que ser rehecho en el siglo XVII junto al convento.

Detalle de la Pileta en la Plazuela San Francisco
Detalle de la Pileta en la Plazuela San Francisco




La nueva obra del XVII, a diferencia con la estructura anterior, tenía y tiene poco de simple, ya que el marcado estilo barroco de su portada ya augura la maravilla interna del diseño. Espacialmente, el templo presenta una planta en forma de cruz latina y cuenta con tres naves.

Portada de la Iglesia San francisco
Portada de la Iglesia San francisco




Exteriormente, la iglesia resalta por la magnífica fachada que ostenta; aquella barroca, por donde se mire, se encuentra hecha en piedra y se ve flanqueada por dos magníficas torres. En las hornacinas de su cuerpo, sobre el portón de ingreso, se registran las esculturas de tres personajes importantes para el catolicismo: La Virgen de la inmaculada Concepción, la efigie de San Francisco, y la de Santo Domingo.

Fachada Barroca de la Iglesia de San Francisco
Fachada Barroca de la Iglesia de San Francisco



Este conjunto de recintos religiosos, es sin duda, uno de los más importantes y mejores centros arquitectónicos de la ciudad, también es uno de los más extensos y hermosos legados de la época virreinal, consecuentemente convertido en uno de los centros culturales del Perú que genera mayor interés en los visitantes. 
Los edificios del Santuario de Nuestra Señora de la Soledad, de portada neoclásica; el propio Convento de San Francisco, de fachada barroca, la Capilla del Milagro, de frontis neoclásico; son los que conforman este maravilloso conjunto monumental.

Santuario de Nuestra Señora de la Soledad
Santuario de Nuestra Señora de la Soledad



Santuario de la Virgen del Milagro
Santuario de la Virgen del Milagro



Una vez fundada Lima, el 18 de enero de 1535, por Francisco Pizarro, como es de conocimiento general, se trazó el plano de la Ciudad y se distribuyeron los solares. 
A la orden Franciscana de los Doce Apóstoles le fue cedido uno de ellos, vecino al de Santo Domingo, sobre el cual, fray Francisco de la Cruz levantó una pequeña ramada que usó como capilla.
Al cabo de un tiempo el Padre De la Cruz tuvo que ausentarse, y como no había otro franciscano en el valle, el solar quedó abandonado. 

Detalle de uno de los campanarios de la Iglesia San Francisco
Detalle de uno de los campanarios de la Iglesia San Francisco



Pizarro lo añadió entonces, al que había sido dado a los dominicos y destinó otro para los franciscanos, en el lugar que ocupa hoy la Capilla de Milagro. En el año de 1546, llega a Lima Francisco de Santa Ana, quien luego de recuperar el terreno, logró edificar una modesta y pequeña Iglesia, la que después fue mejorada y ampliada conjuntamente con el Convento por el virrey del Perú Andrés Hurtado de Mendoza, protector de la Orden. 
Durante el siglo siguiente, el templo fue objeto de una serie de arreglos y decoraciones que terminaron por convertirlo en una maravilla del arte en la época virreinal. Su construcción no era en aquel tiempo muy sólida, por lo que en 1614, el arquitecto y obrero mayor del convento, fray Miguel de Huerta, advirtió que los pilares del templo tenían escasos cimientos y estaban colocados sobre cascajo.

Iglesia de San Francisco con la capilla del Milagro al fondo
Iglesia de San Francisco con la capilla del Milagro al fondo


El 4 de febrero de 1655 ocurre un terremoto en Lima que trajo abajo el templo franciscano, destruyendo sus incalculables riquezas artísticas, viniéndose abajo todo el esfuerzo de un siglo.
Ingreso al Convento y Catacumbas de San Francisco
Ingreso al Convento y Catacumbas de San Francisco




Felizmente la Orden no se amilanó ante esta dura prueba. Francisco de Borja, su comisario general, fue quien contrató los servicios del arquitecto portugués Constantino de Vasconcellos quien realizó los planos y del alarife limeño Manuel Escobar, para encargarles que edificaran un nuevo Templo, en el mismo sitio. Y así aconteció que la primera piedra fue puesta por el virrey de entonces, Luis Enríquez de Guzmán, conde de Alba de Liste, el 8 de mayo de 1657 y luego, en 1669, se hizo cargo de la obra el nuevo comisario general de la orden, fray Luis de Cervela, quien logró culminarla.

Pileta central en la Plaza san Francisco
Pileta central en la Plaza san Francisco




El nuevo templo fue inaugurado con gran pompa el 3 de octubre de 1672, continuándose las reparaciones en el interior del convento hasta 1729. Interiormente en la actualidad, el Convento presenta atractivos que vamos a ir describiendo de uno en uno, conjuntamente con sus notables patios y jardines, que están rodeados de arquerías con zócalos de azulejos sevillanos del taller de Hernando de Valladares. Según cuentan las tradiciones escritas por Ricardo Palma, dichos azulejos fueron colocados por Alonso Godínez, natural de Guadalajara, España, quien había sido condenado a la horca por haber dado muerte a su esposa, el mismo que al ser confesado por el guardián de San Francisco el mismo día de su ejecución, le comunicó dicha habilidad. 
Sin pérdida de tiempo, el confesor se trasladó inmediatamente a Palacio, para solicitar el perdón de Godínez, lo que consiguió bajo la condición de que éste vestiría el hábito de lego y no pondría nunca más los pies fuera de la puerta del convento. 

Plazuela San Francisco
Plazuela San Francisco




Dichos azulejos sevillanos, traídos directamente de Sevilla, fueron donados por personas como la famosa Catalina Huanca, quien fuera ahijada de Francisco Pizarro, que fue desde Huancayo a Lima con 50 acémilas, cargadas de oro y plata. 

Complejo de San Francisco
Complejo de San Francisco



Por otro lado la gran cantidad de madera de cedro, con que fueron realizadas las diferentes obras de arte que presenta el convento, fue vendida por Pedro Jiménez Menacho que era importador de madera, quién como pago recibió según Palma, un pocillo de chocolate, ya que al saborearlo, dejó sobre la mesa los recibos cancelados, sin esperar su retribución. La madera fue usada en los artesanados del claustro mayor.

Portada de la Iglesia de san Francisco
Portada de la Iglesia de san Francisco





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